La Arquidiócesis de Chihuahua lamentó el crimen de los sacerdotes jesuitas Javier Campos SJ, y Joaquín Mora SJ, y se sumó a la exigencia de justicia.
A través del vocero de la arquidiócesis, presbítero Gustavo Sánchez Prieto señaló que “Con profundo dolor y tristeza recibimos la noticia de los crímenes en la Iglesia de Cerocahui: dos jesuitas y un laico. Nos duele su muerte, otra expresión más de una violencia absurda e irracional, criminal, que arrebata la vida de tantas personas y amarga la vida de familias y llena de inseguridad a nuestras comunidades”.
El padre Negris cuestionó al Gobierno Federal e incluso a los hermanos que comenten estos crímenes: ¿Hasta cuando podremos vivir en paz?”
La Arquidiócesis de Chihuahua ofreció su oración por el eterno descanso de las almas de los difuntos, dando gracias a Dios por la respuesta generosa de los Jesuitas, y piden por sus familias. “Oramos por México y por el mundo entero, oramos con profunda fe y esperanza en Jesús, Señor de la Vida”.
Dijo que como humanidad hemos despreciado a Dios y la vida humana, que es don suyo, vida que es pisoteada, desde el aborto hasta la violencia organizada.
“Oramos y nos comprometemos en la causa de la vida, de la paz, de la justicia”.