La adulta mayor Romana Acosta Holguín, de 76 años de edad, fue madre de seis hijos, tres mujeres y tres varones; sin embargo, en sus años dorados se ve obligada a lavar ropa ajena y vender en el tianguis artículos de segundo uso que le regalan, como medio para sostener su hogar, compuesto por ella y su nieto Samuel.
La madre del jovencito de 13 años, lo dejó al cuidado de la abuela desde los tres días de haber nacido, y que desafortunadamente, perdió la vida a corta edad.
La humilde vivienda donde hace labores de lavandería se ubica en la calle Noria de las Almas número y responde llamadas en el teléfono celular (614) 363-2976.
“Este niño es mi nieto, pero me lo dejó mi hija desde recién nacido. Haga de cuenta, que es mío; y le doy gracias a Dios, porque él me acompaña. Yo a veces trabajo en los tianguis, cuando me dan ropita o algo. Ahora Dios me ha ayudado, toda esta semana a lavar cobijas, son trabajitos”, compartió.
Samuel Alejandro, de 13 años, acude al primer año de Secundaria, dijo que para navidad acepta lo que se pueda, mientras escondía tímidamente sus pies. A lo que doña Romana exclamó, “Necesita tenis, esos se los regalaron, pero ya hace unos meses ¡mire ya como los trae rotos!”, a lo que Sammy, con una sonrisa avergonzada, no le quedó más que mostrarlos y aceptar que efectivamente, requiere calzado del número 6, y ropa, cuya talla de pantalón es del número 38.
La afanosa abuelita y su nieto viven en una de las zonas más vulnerables de la ciudad de Chihuahua, en la colonia Las Norias, en las faldas del Cerro Grande, sobre una calle de terracería llamada La Noria de las Almas número 17042, casi esquina con la calle 70, donde tenía un jacalito de madera en el que el frío extremo y desafiantes calores hacían complicada para el muchachito y la adulta mayor. Afortunadamente hace unos cuatro años, el gobierno implementó el programa Cuartos Rosas, que consistió en la construcción de cuartos de ladrillo de 4x4 metros, donde viven actualmente. Sin embargo, la falta de un ingreso constante, limita la vida de ambos.
“Mi mamá murió hace un año y medio, tenía 42 años. También murió un tío, de un dolor muy fuerte, muy fuerte. Ya solo me quedan cuatro tíos”, explicó Samuel Alejandro.
Para finalizar, al preguntar a doña Romana qué le gustaría cenar para la Nochebuena, comentó que le encantaría comer pavo, pero como ella sabe que es muy caro, agradecería mucho si alguien la pudiera apoyar con unos tamalitos para ella y su nieto Samuel.