Un experto en derecho penal informó que la liberación de Édgar Abel M.R. que ordenó la Fiscalía General de la República pudo ser porque las armas con que lo encontraron no correspondían a las de uso exclusivo del Ejército Mexicano, es decir, un arma de calibre 380.
Por lo anterior, el Ministerio Público Federal consideró que el imputado puede llevar su proceso judicial en libertad con las privaciones consideradas por la ley.
También, fuentes internas de la FGR informaron que el detenido el pasado 8 de enero en Ciudad Juárez, se encuentra internado en un hospital en la frontera, custodiado por agentes de seguridad estatal, lugar al que el agente del Ministerio Público Federal notificó al imputado de que podría llevar su proceso judicial en libertad condicional.
Lo anterior, se establece en el Artículo 140 del Código Nacional de Procedimientos Penales, donde se detalla que los imputados que no ameriten prisión preventiva podrán llevar su proceso judicial en libertad con las medidas dispuestas por la ley, como acudir a comparecer cuantas veces sea citado.
Es decir, que el sospechoso será citado posteriormente para acudir a la audiencia de vinculación, en donde un juez determinará si es probable su responsabilidad en los delitos que la representación social le impute.
Además, se explicó que el hecho de que pertenezca o no a un grupo delictivo deberá demostrarse con pruebas y evidencias por parte de la representación social y será un juez quien determine si es responsable de asociación delictuosa.
Hay que recordar, que el imputado Édgar Abel M.R. contaba con 21 años cuando fue vinculado a proceso por tentativa de homicidio en perjuicio de agentes de la Policía Estatal, en el 2015; además fue sancionado por la portación de arma de fuego y narcomenudeo en modalidad de distribución, por lo cual se mantenía en prisión.
Cabe mencionar que su detención se dio en el marco de los operativos para la ubicación y detención de los 22 reos que faltan por recapturar, tras haberse evadido del Cereso No. 3 en Ciudad Juárez, así como los sujetos responsables de haber ingresado al penal en automóviles blindados y propiciar el caos y la violencia en medio de los que se fugaron los 30 reos y que arrebataron la vida a 17 personas, entre reos y custodios.