Cada ciudadano debe tener un corazón grande y acogedor que acepte a todo los que trabajan por la verdad, señaló don Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua al presidir la misa dominical.
“Todo el que no está contra nosotros está a nuestro favor”, señaló.
En la misa ordinaria celebrada en la Catedral Metropolitana de Chihuahua en su mensaje a la feligresía explicó que Cristo está viviendo los últimos momentos de su vida, Jesús continúa el proceso formativo de sus apóstoles.
“Jesús nos enseña a romper barreras y acoger a todos los que trabajan en pro de la verdad, vengan de donde vengan”.
En un segundo momento en el evangelio Jesús presenta el tema del escándalo, no se debe ser ocasión de pecado para quienes tienen una fe chiquita.
Jesús pide ser benévolos y misericordiosos con los demás, pero estricto con nosotros en cuestión del pecado, porque nunca será parte de la naturaleza del hombre.
Hay que esforzarnos por querer hacer las cosas bien.
El jerarca de la iglesia católica exhortó a la feligresía a tener un corazón dispuesto, que esté dispuesto a sacrificarlo todo con tal de obtener la vida eterna, aún aquello más preciado.
En el evangelio lo ponen de una manera figurada como el cortarse un pie, una mano o un ojo si son ocasión de pecado.
“No se compara con lo que podríamos perder si nos hundimos en el pecado ya que llevaría a los hombres a la pérdida de la vida eterna”.
Don Constancio señaló que incluso en las relaciones humanas siempre existen barreras que nos separan a unos de los otros, y en la relación con Jesús esas barreras impiden reconocerlo como su señor.
Ante ello exhortó a la grey católica a no convertirse en obstáculos para los demás, por lo que se pidió la intercesión de María Santísima para que dé u. Corazón grande y generoso.