La feligresía católica reunida en la Catedral Metropolitana de Chihuahua celebró a Jesús resucitado y proclamaron la alegría de la fe en Jesús.
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“Jesús es el mesías y el hijo de Dios vivo, por ello podemos llenarnos de esperanza y de vida en nuestro diario caminar”, afirmó monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua, al presidir la misa dominical, donde invitó a los católicos a confiar y sentir alegría al ser miembros de la iglesia.
Durante las reflexiones de este domingo XXI de tiempo ordinario, Dios expresó sus deseos e intenciones para edificar su iglesia, en la segunda lectura se hizo un canto de alabanza al plan salvador de Dios y en el evangelio Jesús elige quien estará al frente de la comunidad de sus seguidores.
El arzobispo de Chihuahua en su homilía destacó que Pedro hace confesión de fe porque, no solo reconoce a Jesús como el mesías, sino que como el hijo de Dios vivo, por lo que la fe de Pedro debe ser un modelo para los cristianos, a sabiendas de que sólo Dios es el único que puede llevar a buen término las esperanzas y anhelos de los cristianos.
Monseñor Constancio recordó que Jesús es el cimiento de la Iglesia, una roca indestructible, donde Dios le da a Pedro la suprema autoridad.
“Nosotros apoyados por el testimonio de Pedro y los demás apóstoles creemos en Jesús muerto resucitado, como nuestro salvador y creemos en la santa iglesia que es el cuerpo de Cristo y a la que todos los bautizados formamos parte”.
El jerarca de la iglesia católica exhortó a los feligreses a sentirse alegres al ser miembros de la iglesia, que está fundada en la fe de los apóstoles y que anuncia a Jesús como el mesías.
De la misma manera, se elevó una plegaría a la Vírgen María para que les acompañe bajo la protección de los apóstoles y la guía de Pedro hacía la casa del Padre.
Durante la celebración también se unieron en oración por los 17 años de servicio religiosos de la madre Olivia, quien presta sus servicios en la Catedral Metropolitana.