El amor es la base de la comunidad y el matrimonio, por lo que el Arzobispo de Chihuahua, don Constancio Miranda Weckmann llama a la grey católica a amar al prójimo, pero un amor entendido como el de Cristo, un amor total, gratuito y fiel.
Al presidir la celebración eucarística en la Catedral Metropolitana de Chihuahua señaló que la palabra de Dios, viene a recordar que la base de vida humana debe estar el amor.
“Jesús amó y precisamente a través de los sufrimientos de su vida, la pasión y su muerte, llegó a la glorificación. Aquí se enraíza lo que dice Jesús de la comunidad matrimonial: la relación entre hombre y mujer no puede comprenderse sino en el esfuerzo cotidiano de uno y otro por recuperar un amor genuino y generoso aún en los sufrimientos”.
Hizo un llamado a los matrimonios y a los que piensan en casarse en que consideren el amor real, que no es solo mirarse uno al otro, sino ponerse a mirar los dos en una misma dirección, un proyecto común buscando llegar a la meta de compartir la vida en pareja.
Comentó que serán entonces una familia donde se enseñe a los hijos a relacionarse sanamente con los demás, a comprenderse, y a servir.
“El amor de los esposos está llamado a superar desavenencias normales, terrenas humanas que inevitablemente surgen con la convivencia, el amor de esposos debe superar la monotonía y la rutina”.
Don Constancio mencionó que el amor y el diálogo son vitales para la vida en pareja, donde el verdadero diálogo en el matrimonio es darse tiempo, cualidades, debilidades y entrega total, para hablar de sus problemas, expectativas y lo que los hace felices.
En la misa dominical se elevó una plegaria por los matrimonios, así como por las familias que atraviesan por las dificultades para que Dios tome sus tribulaciones y les dé alivio.
“Que la Virgen María nos acompañe a todos para que lleguemos a vivir el verdadero amor de Jesús que es el que le da salvación y plenitud”.
Finalmente se pidió por los participantes en la Marcha por la Mujer y la Vida.