Llama la iglesia católica a amar a los enemigos, hacer el bien a quienes los odian y rogar por quienes los persiguen porque Jesús pide misericordia y amor hacia los demás.
“No se domina el mal cuando se responde con violencia, Jesús abre otro camino a la humanidad: vencer el mal con el bien, responder al odio con amor”, señaló monseñor Constancio Miranda Weckmann, Arzobispo de Chihuahua, al presidir la misa del séptimo domingo del tiempo ordinario, en la Catedral Metropolitana de Chihuahua.
Llamó a la feligresía a reflexionar que en antaño la Ley del Talión respondía a un esquema de justicia, pero no responde al espíritu de amor y concepto de justicia de Jesús.
Dijo que no se trata de renunciar a la defensa de los derechos humanos, sino que se debe señalar cuando es algo injusto, pero al hacerlo debe ser sin odio, sin rencor y sin venganza.
La actitud que propone Jesús de la no violencia y de no hacer frente a loa agravios va más allá de la debilidad, sino que debe anteponerse el amor, pero ello significa una gran fuerza para vencer el espíritu de venganza.
“Ese amor nace del amor que el Padre nos tiene y que siempre debe darse sin condiciones”, enfatizó el jerarca de la iglesia católica.
Ante ello exhortó a la feligresía a responder con amor, porque Dios ama y perdona, de esa manera todas las personas deben amar incluso a sus enemigos y comportarse con el otro como Dios lo hace, y sobre todo rechazar la violencia como lo enseña Jesús.
“El Señor nos enseñó a no tener enemigos personales, a aborrecer el mal pero amar al pecador”.
La feligresía unida a su pastor elevaron una plegaria para pedir a Dios, a Jesús y a su santísima madre que un amor magnánimo se engendre en el corazón, porque el llamado es a amar, a ser misericordiosos para saber perdonar a quienes les hacen daño.