Alrededor de tres vaquillas muertas fueron detectadas en las inmediaciones del municipio de Nonoava, a la altura del kilómetro 58 de la carretera Chihuahua a Nonoava, cuyos restos ya habían sido devorados parcialmente por fauna carroñera.
Aunque se desconoce qué pudo haber terminado con la vida de las vaquillas, en el lugar se podía apreciar que había sido reciente, ya que el olor a putrefacción era intenso, y en su pelaje, se percibía que no habían permanecido durante mucho tiempo expuestas a la intemperie.
Los restos se veían carcomidos en el área abdominal, dejando las costillas expuestas, por el consumo de las entrañas de los ejemplares que se podía estimar que eran animales jóvenes, que fueron reportados a la altura del kilómetro 58 de la mencionada rúa.