Diva Gastelum, experta en legislación de políticas públicas de género hizo un atento llamado especialmente a las mujeres a tomar la lucha feminista como una causa permanente y no de un par de días; lo anterior, con el propósito de “cerrar el círculo” y poder avanzar realmente en el tema.
Y es que reiteró que, pese a que se tienen grandes avances en materia legal, si esas leyes no se aplican terminan siendo vanas, por lo que enfatizó en la importancia de trabajar igualmente en el aspecto preventivo para poder acabar con la cultura machista.
Convencida de que “la prevención es mejor que cualquier ley”, comentó que la mejor manera de prevenir cualquier tipo de violencia es cuidando el contexto en el que viven los niños y retirando todo tipo de cargas por los diversos roles y expectativas que se tienen con ellos. Aseveró que, al formar niñas seguras, se les están dando las herramientas para alzar la voz.
De esa manera, no permitirán que se les violente y, en caso de que suceda, no tendrán miedo pese a que los mismos gobiernos sean cómplices de los agresores, pues recordó que así fue como comenzó esta lucha en 1857 cuando mujeres trabajadoras alzaron la voz para dar a conocer el maltrato laboral y la violación a sus derechos.
Insistió en que no se puede ser luchadora de los derechos de las mujeres “de ocasión”, sino que la lucha debe ser constante y volverse una forma de vida de manera de que se promuevan acciones durante todo el año y no únicamente el 8 de marzo; en ese sentido, refirió que, así como el 2 de octubre, el 8 de marzo no debe olvidarse.
Refirió que las diversas acciones y eventos que se realizan en el marco de esta conmemoración ayudan a visibilizar el punto en el que se encuentra el país, especialmente la considerable impunidad que prevalece, cifras que la perturban al saber que, pese a todo el esfuerzo, poco se ha logrado transformar de fondo.
En cuanto a la manera en la que se manifiestan las mujeres, Gastelum señaló que son muestra de las inconformidades que tienen, pero igualmente reconoció y denunció que hay otras tantas que causan desmanes y colgándose la medalla de la causa cuando no forman parte de ella.
De ahí, el empeño a hacer de esta lucha algo permanente para que pueda trascender y tener resultados favorables.