A los seis años de edad, Luis Alfredo Ávila Gutiérrez sufrió quemaduras en más del 60 por ciento de su cuerpo. Por 10 minutos murió, sin embargo con maniobras médicas lograron revivirlo. Su daño neurológico es severo y requiere de medicamentos y pañales para seguir luchando, así como la construcción de un baño para que puedan bañarlo sin problema.
Un 12 de diciembre la algarabía en una vivienda de Chihuahua 2000 era inmensa, estaban a pocos días de celebrar la navidad. En un instante la vida se les fue. El árbol de Navidad sobrecargado de extensiones de luces multicolores en un solo conector ocasionó el incendio.
Frida Sofía, de dos años; Rosa Angélica, de tres, y Rodrigo Antonio, de cuatro, los tres hermanitos de Luis Alfredo, murieron al consumirse su hogar ubicado en la avenida Alfonso Sosa Vera número 14901 interior 12.
Luis Alfredo y su padre Luis Rodrigo Ávila quedaron con quemaduras muy graves, a la postre el padre también murió a consecuencia de las lesiones.
Ese día inició el calvario para Angélica Gutiérrez, madre de familia, y sus padres, quienes permanecieron en espera de noticias del estado de salud de Luis Alfredo. Angélica se salvó del siniestro debido a que por su trabajo en la maquila tiene un horario de 6 de la mañana a 6 de la tarde.
La señora Rosa Rodríguez Mendoza, madre de Angélica y abuela de Luis Alfredo, no se movió del hospital, incluso oraba a Dios para que su niño pudiera vivir, “Le pedí a mi Padre que si me lo dejaba vivo me haría responsable del niño hasta que él me lo dejará”. Desde entonces dejó su trabajo y se dedica a cuidarlo. Ahora ya se le dificulta moverse debido a un daño en la columna, por lo que pide apoyo para construir un baño en la parte baja de la vivienda, mismo que le permitirá bañarlo sin problema. La vivienda fue rehabilitada gracias a la voluntad de varias personas.
Entre su esposo Gerardo Gutiérrez y su hija llevan el sustento al hogar. Don Gerardo, quien también tiene dificultad para oír, es vendedor ambulante en el crucero de la avenida Miguel de Cervantes y Tecnológico.
Relata que Luis Alfredo permaneció 45 días en terapia intensiva en el Hospital Morelos del IMSS, luego fue enviado a Torreón para que le realizarán algunos injertos. Duró dos años en el hospital. “M’ijo se murió por 10 minutos y lo revivieron”, señaló don Gerardo, a causa de ello sufrió un severo daño neurológico y neuromotor. Sólo está en cama o en silla de ruedas.
Al principio fue muy difícil, reconocen los adultos mayores, luego trataron de que retomara sus estudios en una escuela de educación especial, pero debido a las constantes convulsiones que sufre el médico determinó que era mejor que no acudiera.
Debido a su condición requiere de pañales de tamaño mediano para adulto, así como medicamentos entre los que destacan Avamys, Vigabatrina, Zureta, Topiromato y Levetiracetam.
Si usted desea ayudar a Luis Alfredo y a su familia puede comunicarse al (614)112-26-78 con don Gerardo.