Madres de familia de la Escuela Primaria Miguel Hidalgo 500 en Aldama, tomaron el plantel escolar para exigir la destitución del maestro de quinto grado, a quien señalan de abuso infantil, al grado de que ha ocasionado severos problemas emocionales en el alumnado, quienes le tienen mucho miedo ante las amenazas recibidas durante la primera semana del ciclo escolar 2023-2024.
El barandal del centro escolar fue tapizado con cartulinas denunciando la situación y con la exigencia de trato digno a sus niñas y niños de quinto grado escolar: “Todo maestro que inspira miedo es peligroso para la vida de un niño. No al abuso infantil”, “En la familia 500 los niños con síndrome down se incluyen, no se excluyen” y “Exigimos la destitución definitiva de Igmar Alberto Mena Acosta”.
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La inspectora de la zona, Verónica Espinoza, acudió a entrevistarse con las madres de familia, quienes le aseguraron que la plantilla docente es excelente, pero desde hace ocho días que llegó este docente, las niñas y los niños sufren al ir a la escuela.
Las madres de familia señalaron que la Secretaría de Educación no puede ser cómplice de los malos elementos: “No pueden estar mandando este tipo de maestro a esta escuela ni a ninguna otra, carece de facultad para estar a cargo de un grupo de niños”, señaló Susy Gutiérrez, presidenta de la sociedad de madres y padres de familia.
Las manifestantes advirtieron que no van a abrir la escuela hasta que educación tome cartas en el asunto porque la intención es salvaguardar la integridad de las niñas y los niños. “Ninguna comunidad escolar merece este tipo de maestros, exigimos que sea cesado como maestro a cargo de un grupo”.
Señalaron que el docente Igmar Alberto Mena Acosta ya tiene antecedentes en otros dos planteles escolares, pues fue expulsado de una escuela en Juárez y en Saucillo de la escuela Rodolfo Chávez Primero 2263.
De acuerdo a los archivos periodísticos, el docente fue retirado por enseñanza inapropiada, por usar cigarrillo electrónico y amenazas contra los alumnos. Ello, luego de que los padres y madres denunciaron la situación desde noviembre de 2019.
Con el nuevo ciclo escolar llegó el docente y los estudiantes empezaron a ser violentados, entre las agresiones está el uso de palabras altisonantes y violencia verbal, se refiere a los alumnos con palabras como "esclavo", "chiquita pero picosa", "grandote", entre otras. Los amenaza con expulsarlos o reprobarlos en caso de denunciarlo o contar lo que ocurre en el salón.
Señalan que algunos de los alumnos presentan lesiones en los ojos porque les rocía aromatizante, también lo aplica en nalgas, axilas y boca. Los discrimina por color, raza o discapacidad. Incluso les tiene prohibido comer dentro del aula mientras él si puede hacerlo, en caso de verlos comer les quita la comida y la tira.
Por si fuera poco, las madres de familia señalan que les roba el dinero a las niñas y niños, a quienes les recoge el dinero al entrar al salón y les entrega unos cuantos dulces. A los alumnos se les prohibió ir a la clase de computación sin motivo alguno.
Todas estas anomalías fueron entregadas en un documento a la inspectora, quien acudirá al Departamento de Educación Primaria para presentar la exigencia de las madres, quienes planean acudir a interponer una denuncia ante la Procuraduría de Protección para Niñas, Niños y Adolescentes.
La presidenta de la sociedad de padres y madres de la Familia 500 le entregó los documentos a la inspectora, no sin antes leerlo ante los medios de comunicación.
Susy Gutiérrez invitó a la doctora Sandra Elena Gutiérrez Fierro a atender la situación, dado que el maestro Igmar Alberto Mena Acosta muestra una conducta inapropiada y violenta, al grado de considerarlo un peligro para las niñas y los niños.
En el documento enviado a la Secretaría de Educación y Deporte también asienta que es inadmisible que conociendo los antecedentes del docente solo hayan tomado la decisión de removerlo de planel y de ciudad, sin tener en cuenta el derecho de salvaguardar la integridad de los alumnos.
La comunidad escolar exige la destitución del maestro.
Finalmente, la inspectora las invitó a abrir la escuela, ello al comprometerse que el docente no regresaría al plantel. Cabe destacar que el maestro denunciado nunca llegó a la escuela.