La Fiscalía Especializada de la Mujer detecta al año más de 2 mil violaciones y abusos sexuales en el estado de Chihuahua en perjuicio de niñas, niños y adolescentes, encabezando los primeros lugares de incidencia en este tipo de delito los municipios de Juárez y Chihuahua con por lo menos mil y 900 casos, respectivamente, cada año.
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Así lo explicó la fiscal especializada Wendy Paola Chávez Durán, quien hizo un llamado enfático a los padres y al entorno de los menores de edad para que ante cualquier alerta o sospecha, atender a las posibles agresiones sexuales, ya que más del 60% de los casos se presentan en el ambiente familiar.
“La denuncia se ha sostenido numéricamente, hay confianza de las víctimas de acudir a las denuncias, pero estamos a la expectativa, los delitos de carácter sexual se cometen casi siempre en los entornos inmediatos, por eso es importante mantener la difusión respecto a la sexualidad, que los cuerpos no deben tocarse, para que de forma inmediata puedan avisar y denunciar”, explicó la fiscal.
Comentó que aunque las cifras no han incrementado, sí existe una cifra considerable de casos en el estado, por lo que exhortó a la sociedad en general a interponer las denuncias correspondientes, ya que explicó que la mayoría de los casos se logran resolver con la detención de los presuntos responsables.
La fiscal Wendy Paola Chávez agregó que a la par de los casos existe una cifra “negra” de los abusos que no se denuncian por estar cercanos al entorno familiar o por mismo desconocimiento de los menores de edad, lo que genera que algunos de los casos sean dados a conocer años después de que ocurrieron los hechos.
“Si las personas adultas batallamos para denunciar, los niños y adolescentes hasta que tienen conocimiento de que estos actos son delictivos no denuncian hasta tiempo después, por eso es importante mantener información que permitan a los niños, de acuerdo con su nivel de conocimiento, poder detectar que son víctimas de un delito”, señaló.
Agregó que en el estado de Chihuahua los abusos sexuales cometidos en contra de menores de edad son delitos imprescriptibles, es decir que no importa el tiempo que haya pasado, siempre y cuando haya sucedido después de 2011, cuando se implementó una norma que permite que estos delitos no pierdan vigencia a pesar de que se denuncien tres o más años después de que ocurrieron los hechos.
La fiscal especializada dijo que existen programas de atención psicológica para las personas que cumplen con sentencias por este tipo de delitos y que les permitan incorporarse a una vida con normalidad, “es interesante ver el seguimiento que dan a las sentencias que se imponen en contra de los responsables”.
