Durante el primer semestre del año, el Covid-19 se colocó como la primera causa de muerte entre los chihuahuenses con 2 mil 983 decesos, cifra que prácticamente duplica las muertes por infarto al miocardio, padecimiento que encabezó los decesos en la entidad en el último quinquenio y ahora se encuentra en segundo lugar, con 1 mil 520, de enero a junio.
Lo anterior, de acuerdo con la Secretaría de Salud Federal, que muestra que la tercera causa de muerte en el estado es la diabetes, con 842 casos de enero a junio de 2021.
Según la SSa, las muertes por infarto al miocardio en el primer semestre de 2021 aumentaron un 7.6% con respecto al primer semestre de 2020, cuando se registraron 1,412 muertes por dicha causa; y un 8.2% en relación con el mismo periodo de 2019, cuando hubo 1,404 casos.
Pese a dicho incremento, desde el año pasado el Covid-19 desplazó a los infartos, pues de marzo (cuando inició la pandemia) a diciembre de 2020 hubo 4 mil 296 fallecimientos por coronavirus, y 2 mil 728 por infarto.
El comparativo histórico muestra que, excepto el 2020 y lo que va de 2021, en el estado de Chihuahua se tiene como principal causa de muerte el infarto al miocardio. Durante todo el 2015 murieron 2,488 chihuahuenses por infarto; para 2016 hubo 2,534 casos; en 2017, el total fue de 2,329; en 2018 hubo 2,492 y el 2019 cerró con 2,765.
Además, la estadística muestra que la muerte por infarto al miocardio ataca prácticamente igual a hombres que a mujeres, pues de los 1,520 casos registrados en el primer semestre de 2021, el 53% fueron en varones y el 47% mujeres.
Las edades en que se dan este tipo de muertes varían, sin embargo se muestra mayor incidencia en adultos de 35 a 48 años, con un 34% de los casos; le siguen las personas de entre 49 y 54 años, con un 20%, y las de 55 a 61 con el 18%, en tanto que el resto se divide en otras edades.
Las muertes por infarto al miocardio sólo son superadas por las del Covid-19, que durante el primer semestre del año lleva 2,983 víctimas mortales.
La nutrióloga Jamile Rodríguez Selem, supervisora de Nutrición de la División Promoción a la Salud en el IMSS, informó que tener una vida saludable para prevenir enfermedades como las relacionadas con el corazón, no sólo implica bajar de peso,
sino incluir todo lo que tiene que ver con sentirse mejor para gozar de buena salud, por lo que es necesario tener hábitos sostenibles en el tiempo y llevar un cambio en el estilo de vida.
“Los cambios deben iniciar con una revisión preventiva del estado de salud a través de PrevenIMSS, para contar con diagnósticos oportunos, mantener un control de salud y prevenir enfermedades, y entre los hábitos por supuesto está una alimentación balanceada, no consumir bebidas alcohólicas ni otras sustancias tóxicas que también detonan enfermedades relacionadas con el corazón”, advirtió.
Detalló que en general, las recomendaciones incluyen: hacer 5 comidas al día, 3 principales y dos colaciones, aumentar el consumo de verduras, frutas y cereales integrales, evitar o reducir el consumo de alimentos industrializados o ultraprocesados, beber de 6 a 8 vasos de agua natural al día y evitar el consumo de refrescos, jugos y bebidas azucaradas.
Asimismo, realizar por lo menos 30 minutos de actividad física y dormir de 7 a 8 horas diarias, mantener relaciones personales sanas y una actitud positiva para el manejo del estrés y evitar el consumo de tabaco, alcohol y sustancias nocivas para la salud. Todo ello, dijo, permitirá mantener un estilo de vida saludable.
En cuanto a la actividad física, explicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda que los adultos dediquen como mínimo 150 minutos semanales (de 30 a 60 minutos, 5 veces por semana) a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada.
En tanto, para niños, se recomienda que quienes están entre los 5 y 17 años inviertan, como mínimo, 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
Mencionó que un adulto en promedio debe ingerir entre 1500 y 2000 kcal, para mantener las funciones corporales, pero esto se determina específicamente de acuerdo con las condiciones particulares de cada persona tomando en cuenta su edad, sexo, peso, talla y nivel de actividad física.
Recomendó que si una persona requiere bajar de peso debe acudir a consulta de nutrición para el cálculo de calorías y un plan de alimentación personalizado, asimismo llamó a evitar las dietas “milagro” que pueden traer consecuencias nocivas a la salud.
Explicó que de acuerdo con la guía de El Plato del Bien Comer, se deben incluir los tres grupos de alimentos en los diferentes tiempos de comida, dividiendo el plato en tercios; el primero contendrá verduras y frutas, que proporcionan vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, otro con cereales, que son la principal fuente de energía. Y el último con leguminosas y alimentos de origen animal, que ofrecen proteínas. De esta forma estaremos consumiendo los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo.
La especialista del IMSS dijo que en cuanto al sueño, se debe procurar que sea reparador. La OMS recomienda en adultos de 7 a 8 horas de sueño al día, pues dormir menos horas afecta la salud, debido a que disminuye la eficacia del metabolismo y puede aumentar las probabilidades de padecer obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas.