El tratamiento de patente para enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión y cardiacas, es hasta diez veces más costoso que el genérico, de acuerdo con un sondeo en farmacias de la ciudad.
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En las farmacias que ofertan tanto medicamento de patente como genérico o similares, incluso de marca propia, se informó que de cada diez personas que acuden a surtir una receta o adquieren medicamento de venta libre, seis prefieren el genérico, pues su precio es mucho más accesible y la calidad del mismo es la misma.
Uno de los medicamentos más utilizados para tratar la diabetes es la Metformina de 750 mg, que con 30 tabletas se consigue genérica en 34 pesos, mientras que una caja de patente, como la Ifalmex, oscila en los 337 pesos.
Otro ejemplo es el Enalapril, medicamento para tratar la hipertensión, cuyo precio de patente es de 399 pesos por caja con 30 tabletas; mientras que en farmacias genéricas o similares se consigue hasta en 58 pesos.
Otro de los medicamentos para control de hipertensión es el Fosinopril, cuyo costo es de 55 pesos en el caso del genérico, y hasta 420 pesos el comercial (Monopril) o de patente.
El Isinopril se consigue en 40 a 45 pesos el genérico y el de patente aumenta a 397 pesos, aunque en ocasiones llega a costar por encima de los 450 pesos, dependiendo el punto de venta. |
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, los medicamentos de patente son aquellos que surgen de una investigación profunda que realiza un laboratorio con la intención de sanar un padecimiento específico, por este descubrimiento se le otorga la patente, la cual tiene un determinado período de duración, es decir, el inventor tiene la exclusividad de producción de dicho medicamento en el mercado, a fin de recuperar su inversión. Cuando esta patente se termina, cualquier laboratorio puede producir el medicamento, surgiendo así los genéricos.
Se consideran genéricos a todos los medicamentos que pueden ser utilizados en lugar de los originales, pues han pasado previamente por una serie de pruebas que demuestran que su comportamiento respecto al de patente es idéntico en cuanto a tiempo de acción, potencia, eficacia y seguridad, con lo cual garantiza que contengan la misma sustancia activa, pureza, tamaño de partícula y mismo efecto, que el producto original de marca, según la Asociación Mexicana de Genéricos (Amegi).
Los medicamentos de patente tienen un precio mucho más elevado, debido a que primordialmente el trabajo de investigación implica grandes inversiones de dinero, pues el precio de este medicamento incluye además del costo de producción, todo el gasto realizado en el trabajo de investigación, desde el desarrollo de la nueva molécula hasta los estudios que garantizan la eficacia y seguridad del nuevo fármaco.