La audiencia intermedia del exgobernador César D.J. se reanudó para escuchar el testimonio de dos médicos que presentó la defensa, para respaldar la solicitud de modificar la prisión preventiva como medida cautelar, argumentando los problemas de salud del imputado.
El su testimonio el médico cardiólogo Mario Alberto Valles Terrazas, aseguró que el exmandatario padece una hipertensión arterial grado 1, lo que pone en riesgo su salud en caso de no recibir los cuidados adecuados para dicho padecimiento.
Es mi paciente, lo he atendido este año y el anterior, lo he atendido en varias ocasiones, padece de hipertensión arterial
explicó ante el juez Humberto Chávez.
Al ser cuestionado el médico detalló que el exgobernador anteriormente presentaba hipertensión grado 2 y 3, pero actualmente padece una hipertensión grado 1, lo que lo convierte en algo riesgoso para su salud.
Explicó que, para tratar ese padecimiento, el paciente debe realizar activación física, tener una alimentación balanceada entre otros cuidados, pues la hipertensión arterial no se cura, pero sí se controla.
Mario Alberto Valles, detalló que cuando el paciente no recibe el tratamiento adecuado, la enfermedad evoluciona negativamente, lo que pone en riesgo de sufrir daños en varios órganos, y en el caso de César D.J. no ha podido recibir el tratamiento adecuado por varias circunstancias, sobre todo la limitante de no poder acudir periódicamente a su consultorio, mismo que se ubica en Star Médica.
Por su parte el terapeuta Ricardo Omar Molina, quien también fungió como testigo, explicó que el exmandatario cuenta con una cirugía en la región cervical la cual le genera una situación inestable en su columna vertebral, por lo que constantemente debe de recibir terapias físicas.
“Las terapias no se las puedo hacer por su columna inestable, porque la médula espinal y sus terminaciones nerviosas están comprometidas por el uso prolongado del collarín, aparte que necesita aparatos especializados que en el Cereso no se cuenta con ellos, y los que yo tengo no se pueden llevar ahí porque se descalibran y son muy grandes”, detalló.
El terapeuta, señaló que el paciente necesita las terapias y esa situación es muy complicada porque aparte se necesitan aparatos invasivos, así como sesiones dos veces diarias y resulta complicado acudir al Cereso porque es difícil el ingreso y el lugar no es el adecuado.
Subrayó que la evolución presentada por el exgobernador es muy pobre, porque mientras siga utilizando el collarín no permite un avance favorable, lo que se complica más por el espacio en donde se encuentra el paciente, lo que no permite una movilidad adecuada, por lo que las terapias sólo le sirven para calmar el dolor por algunos días, pero no aportan a la evolución.