Tras meses de un continuo flujo de migrantes que llegaban en trenes a la ciudad de Chihuahua, se ha visto una gran disminución en la afluencia de extranjeros en las últimas semanas, habiendo actualmente alrededor de 20 personas en los alrededores de las instalaciones de Ferromex.
En el Oxxo que se ubica sobre la Juan Pablo II cerca de las inmediaciones de las oficinas de Ferromex, se encuentra una familia hondureña de nueve miembros, quienes llegaron durante la tarde del lunes 20 de noviembre con frío y miedo de lo que les depara su viaje.
Esto debido a que fueron robados en el vagón del tren en el que llegaron a la ciudad de Chihuahua, perdiendo uno de sus celulares funcionales y una mochila con sus documentos personales, como pasaportes y actas de nacimiento.
Asimismo, contaron los extranjeros que, para dormir abrigados y seguros en contra de otro robo, pasaron la noche en una terminal de camiones cercana a Ferrones, aun sabiendo que no les iban a vender boletos, fue el único lugar donde pudieron refugiarse de los vientos helados que azotaron a la ciudad durante la madrugada.
Son tres niños y cinco adultos, quienes se encuentran buscando un lugar donde pasar el frío y recuperarse del turbulento y violento viaje; Sofí, una hondureña del grupo, contó que llevan casi cuatro días sin poder conseguir algo para comer, por lo que buscan un albergue donde puedan limpiarse y reabastecerse para recuperar las fuerzas y seguir su viaje.
Sofí, también comentó que junto con ellos se bajaron otras dos personas, quienes tomaron un rumbo diferente, “nos dijeron que la mayoría se encuentran regados por la ciudad y en los albergues, nosotros también queremos ir”, comentó la joven.
Asimismo, alrededor de seis venezolanos se quedaron cerca de las vías férreas que se encuentran bajo el puente de Interceramic, refugiándose del frío hasta que hiciera suficiente sol para encaminarse a donde pudieran tomar un tren que los lleve a Ciudad Juárez,
Estos extranjeros llevaban a un menor de menos de un año, por lo que desean salir de la capital pronto y no exponer al niño al clima frío que se aproxima a la ciudad.
Por otro lado, durante el fin de semana se encontraban poco más de 20 extranjeros acurrucados bajo el puente de la Juan Pablo II en los alrededores de las instalaciones de migración, debido a que agentes del Instituto Nacional de Migración no les permitieron quedarse en los vagones.
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Sin embargo, durante ese mismo fin de semana los migrantes se esparcieron por la ciudad, algunos logrando subirse a un vagón férreo, otros refugiándose en albergues y algunos otros optaron por seguir su camino por cualquier medio de transporte que los acogiera.
Tras su partida, dejaron solo el rastro de prendas usadas junto con basura de los pocos alimentos que logras conseguir atrás para seguir con su viaje; lo cual según los locales que se ubican a un lado del puente, señalan que se trata de contaminando el suelo y dan una mala imagen a sus negocios.
Aun con esta disminución en la afluencia de los migrantes de las últimas semanas, se sigue esperando una constante en su arribo a la capital por medio de los vagones de Ferromex.