Horas antes de que ocurriera el incendio en la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, se denunciaron abusos por parte de personal de migración mexicana en contra de personas originarias de Centroamérica y Venezuela.
Así lo reveló el New York Times en un artículo en donde incluye algunos testimonios de personas que antes de la tragedia que ha sumado 39 personas fallecidas, fueron retenidas y posteriormente liberadas por personal del Instituto Nacional de Migración.
En la publicación se realizan criticas al actuar del Gobierno Federal encabezado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; del gobierno municipal de Cruz Pérez Cuéllar, así como de las políticas migratorias implementadas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
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En el testimonio de la señora Márquez, originaria de Venezuela, se revela que horas antes del incendio, personal del Instituto Nacional de Migración con el apoyo de las autoridades locales y de elementos de la Guardia Nacional, realizó detenciones masivas de migrantes.
La mayoría de los detenidos, correspondían a personas que se encontraban en las calles, algunos pidiendo limosna y otros limpiando parabrisas o vendiendo caramelos a los transeúntes.
Según se dice en el testimonial, todos fueron trasladados a la estación migratoria, en donde muchos fueron liberados, como fue el caso de la señora Márquez, sus dos pequeños hijos y su esposo, lo que no ocurrió con su hermano Orlando Maldonado, quien al parecer se encuentra dentro de las víctimas mortales.
En el artículo se expone que las políticas implementadas por el gobierno de Biden, han logrado reducir el flujo de migrantes a los Estados Unidos, esto apoyándose en las autoridades mexicanas, situación que ha empeorado el tema migratorio para Ciudad Juárez.
Se dice que la acogida que realiza el gobierno mexicano hacia los migrantes, se ha convertido en un problema, porque cada vez son más quienes se quedan en territorio mexicano, pero en un marco en donde el actuar de las autoridades mexicanas, resultan bastante irregulares y cuestionables en materia de Derechos Humanos.
Según la publicación la directora para América Latina de Refugees International, Rachel Schmidtke, asegura que tanto el gobierno de México como el de Estados Unidos, tienen una responsabilidad compartida por el destino de los migrantes.
El alto flujo de migrantes ha superado por mucho la capacidad de Ciudad Juárez y la frontera norte de México para atender la situación, por lo que hoy en día los migrantes, duermen en parques, iglesias, hoteles y hasta en las calles.
También se criticó la presencia desmedida de autoridades policiales y migratorias, en las zonas en donde habitan grupos de migrantes en Ciudad Juárez, lo que fue calificado como un mensaje de intimidación a las personas.