A pesar de que cada día siguen llegando migrantes de diferentes países de Centroamérica a la ciudad de Chihuahua, se va haciendo cada vez menos frecuente que el campamento se quede lleno por más de tres días, esto debido a que aquellos extranjeros con dinero están tomando Didis y Ubers como medio de transporte alternativo a los trenes.
Algunos migrantes han expresado su temor por subirse a “La Bestia” luego de presenciar accidentes en los que sus compatriotas y compañeros de viajes terminan heridos de gravedad, perdiendo sus miembros e incluso su vida.
Por lo que, la mayoría de las personas en situación de movilidad que llegan a la capital deciden quedarse en el campamento hasta conseguir suficiente dinero para partir en un auto particular que les ofrezca el viaje o bien, utilizando plataformas de viaje como Didi y Uber.
Es común que al pasar por el bulevar Juan Pablo II a la altura de la calle Industrial 10, a un costado del Oxxo se encuentran varios vehículos con grupos de migrantes alrededor, quienes negocian con el conductor sobre cuanto dinero se le pagará para poder sacarlos de la ciudad o bien, dejarlos en la ciudad fronteriza.
Cabe mencionar que esta decisión de dejar de viajar en el tren no solo se debe al miedo de terminar accidentado, sino que, la prohibición por parte de los dueños de la compañía férrea de subirse a los vagones para evitar estos accidentes provocó que los migrantes buscaran otras formas de viajar.
Durante la temporada de invierno fue normal encontrar a grandes grupos de migrantes andando por las carreteras con rumbo a ciudad Juárez, quienes, de no encontrar raite seguían todo su camino a pie hasta el siguiente pueblo y el siguiente, así consecutivamente hasta que llegaran a la frontera.
Sin embargo, esta estrategia dejó de funcionar cuando se encontraron con los retenes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración, quienes los devuelven, no hasta la ciudad de Chihuahua, sino que los deportaron a la frontera sur de México, lo que los obligaba a volver a realizar todo el trayecto hacia el norte.
Debido a estas deportaciones muchos extranjeros prefirieron quedarse en el campamento migrante hasta que les fuera posible viajar, sin embargo, por la falta de dinero se han quedado soportando las altas temperaturas que azotan a la capital.
De esta forma, durante un recorrido realizado por el campamento migrante, se observó que un grupo de migrantes abrieron un medidor de agua que se encuentra sobre la calle Industrial 10, de donde sacan agua para llevar a cabo sus hábitos de higiene e hidratarse.
Además de este medidor, algunos migrantes encontraron en los negocios de la zona la amabilidad de los chihuahuenses, quienes abren sus llaves del agua para permitirles llenar sus botes de agua potable para que puedan pasar el día.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
Es de mencionar que por las altas temperaturas cercanas a los 40 grados Celsius que azotan es común que durante gran parte de la tarde los migrantes no sean vistos durante el día, esto debido a que se ocultan del sol en sus tiendas improvisadas que, a pesar de no mitigar el calor, los protege de los rayos UV.