Actualmente son cinco las mujeres conductoras que operan en las rutas troncales del Bowi en esta ciudad, quienes diariamente se ponen al frente del volante para llevar a miles de chihuahuenses a sus destinos.
Tal es el caso de Alicia Berenice Mendoza Landeros, conductora de una de las pesadas unidades que tiene cuatro años trabajando como conductora, quien dice sentirse orgullosa de la labor que desempeña, pues no sólo es un ejemplo para sus dos hijas y su hijo, de que con dedicación y esfuerzo todo es posible, sino que todos los días recibe muestras de admiración por pasajeros que abordan el camión que ella conduce.
“Mi papá fue el que me animó para que me postulara en este trabajo; cuando me aceptaron fueron cerca de 15 días en donde los compañeros me capacitaron para poder manejar estos camiones”, recordó la conductora.
Mencionó que todo el proceso tanto de aprender como de iniciar una vida laboral al frente del volante le ha resultado una sensación bastante agradable y satisfactoria, pues sabe que por el propio tamaño de la unidad, sus dimensiones y lo que conlleva maniobrar el camión, no es una tarea que cualquiera pueda desempeñar.
Agradeció todo el apoyo que ha recibido por parte de su familia, pues tanto su padre como su madre y sus hermanas siempre la apoyaron en su decisión de buscar la oportunidad de ser una conductora de lo que entonces se llamó Vivebús y hoy lleva el nombre de Bowi.
Señaló que también sus dos hijas, una de 16 años y la otra de 13, así como su pequeño hijo de tan sólo seis años, le han brindado su apoyo y a cada oportunidad le expresan lo orgullosos que están de la labor que realiza y que destaca por ser una magnífica conductora de las pesadas unidades.
“Estoy muy orgullosa de pertenecer a la empresa y de hacer un trabajo que me gusta tanto; la convivencia con los compañeros es muy agradable, ellos siempre están dispuestos a apoyar, a despejar algunas dudas y a darse una mano en lo que se necesite”, aseveró Alicia Berenice.
Recordó que al principio, aunque fue aceptada de buena manera, se sentía algo extraña, pues estaba acostumbrada a trabajar en otras actividades, al lado de puras mujeres, y de un día para otro se encontraba trabajando rodeada de una mayoría significativa de hombres, pero reiteró que desde siempre fue recibida bien por todo el personal.
En este sentido, comentó que a ella le ha tocado brindar apoyo en la capacitación de otra de sus compañeras; actualmente son cinco las conductoras, las que diariamente reciben comentarios positivos por parte de algunos pasajeros y pasajeras, lo que las alienta a seguir adelante y seguir aprendiendo cada vez más cosas en torno a la labor que desempeñan.
Manifestó que por el momento no está dentro de sus posibilidades buscar algún otro trabajo, pues dijo sentirse muy contenta siendo conductora, y por lo contrario, aseguró que busca aprender cada vez más y poder crecer dentro de la Operadora de Transporte.
Hizo un llamado a todas las mujeres que tengan aspiraciones de ocupar puestos que tradicionalmente son desempeñados por hombres, a que no tengan miedo y busquen las oportunidades, a que lo intenten y sigan sus sueños y sus aspiraciones.
“En mi caso, yo nunca había manejado una unidad con tan grandes dimensiones, y me arriesgué a buscar la oportunidad y me resultó, siento la vocación, creo que es mi vocación, aunque la gente diga que son empleos para hombres, somos varias las que hemos demostrado que las mujeres también podemos, todo se puede en esta vida”, recalcó Mendoza Landeros.
Cabe mencionar que dentro del grupo de las cinco mujeres que conducen una unidad del Bowi, se encuentra Erika Blas, de origen náhuatl, así como Irma Sandoval, de la etnia rarámuri, ésta última con el sueldo que percibe como conductora de autobús logró pagar su carrera en Derecho, de donde se recibió como licenciada, y actualmente cursa el posgrado.