El padre Gustavo Sánchez Prieto consideró que la desaparición y posterior localización del Monseñor Salvador Rangel Mendoza, es parte de la triste realidad que se percibe en todo el país, por el tema de la inseguridad que se vive en gran parte de la República Mexicana.
El día 29 de abril, luego de permanecer en calidad de desaparecido, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) anunció la localización de Monseñor, Salvador Rangel Mendoza, quien desde el pasado 27 de abril había sido reportado como desaparecido en el estado de Guerrero, donde había trasladado para una serie de actividades personales.
Al respecto el presbiterio Gustavo Sánchez Prieto, refirió no tener elementos para decir más y pidió esperar más comunicados oficiales para conocer más detalles sobre estos hechos, ya que a la fecha sólo se han emitido dos comunicados en el que se confirma la desaparición y otro más que surgió días después donde se da a conocer la localización del mismo.
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"A nadie se le escapa la triste realidad que campea en todo el país, van a ser dos años de la tragedia de Cerocahui, hablando de lo nuestro. Hace unos cuantos días de las personas asesinadas, cuyos cuerpos apilaron al lado de la carretera a Juárez. Desde hace años dijimos ya basta, sin embargo la historia se repite" afirmó el padre Sánchez Prieto.
Reitera que hay una particular responsabilidad de la autoridad, que sea federal, estatal y municipal; así como también una responsabilidad de todos: familias, escuelas, sociedad, iglesias, para trabajar en defensa y al servicio de la vida.
"Abortos, feminicidios, asesinatos del crimen organizado o delincuentes comunes, entre narcos o con autoridades, eutanasia, etc… un escenario de muerte no ofrece futuro. Como ciudadanos y como católicos, tenemos mucho que hacer" fue parte de la reflexión que compartió en el marco de los incidentes de inseguridad que se han registrado dentro y fuera del estado.
Por otra parte la Conferencia del Episcopado Mexicano informó que el Monseñor Salvador Rangel Mendoza, Obispo Emérito de la Diócesis de Chilpancingo Chilapa, ha sido localizado y se encuentra en el Hospital General “Dr. José G. Parres”, perteneciente al sistema de salud pública del Estado de Morelos en la ciudad de Cuernavaca.
Monseñor Rangel Mendoza no solo mantuvo diálogos con los líderes de cárteles para negociar la paz, sino que también fue un defensor de los derechos humanos y la justicia social, durante su tiempo como obispo, abogó por el desarme, la educación y la reconciliación como pilares para reconstruir el tejido social en Guerrero, una de las regiones más afectadas por el crimen organizado en México.
