“Nadie puede dar lo que no tiene”, señaló Salvador Alcántar, presidente del Asociación de Usuarios de Riego del Estado de Chihuahua, ante la imposibilidad de tributar al Tratado Internacional de Aguas.
Por su parte, Mario Mata Carrasco ha resaltado que el consumo humano es prioridad, por lo que aún se cuenta con un año para pagar el ciclo número 36, pues culmina el 24 de octubre de 2025.
El ciclo 36 inició el 25 de octubre de 2020 y al 3 de noviembre de 2024 se han entregado 525.352 millones de metros cúbicos (Mm3) en cumplimiento al Artículo 4 del Tratado de Aguas de 1944, ello de acuerdo a la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos. (CILA).
De los excedentes y demasías se va contabilizando lo que se tributa al río Bravo, pero en sequía no existen excedentes.
Las dos terceras partes del caudal que México debe aportar se contabilizan de los seis afluentes aforados del río Bravo, como son los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo de las Vacas. Siendo el río Conchos el mayor aportante, esta cuenca atraviesa 41 de los 67 municipios de Chihuahua.
El río Conchos del año 2020-2021 al 2024 ha entregado 360.119 Mm3, lo que equivale al 68.54%.
El arroyo de Las Vacas registra una aportación de 11.941 Mm3, el río San Diego acumula 82.036 Mm3, el río San Rodrigo 13.107 Mm3, río Escondido de 6.725 Mm3 y el río Salado aporta 51.424 Mm3.
De acuerdo al reporte, durante el 2021- 2022 se reportó el volumen más grande de agua con 296.366 Mm3; para el 2022-2023 fueron 89.454, en el 2023-2024 se registraron 57.499 Mm3, en el 2024-2025 apenas si se han contabilizado 6.597 Mm3.
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Las cifras de las aportaciones al Tratado dejan al descubierto como la situación de sequía se va agravando, con ello las precipitaciones disminuyen y por ende las aportaciones se han vuelto cada vez menores.
Don Salvador Alcántar señaló que con estas condiciones secas y sin agua en las presas, se quedará México con un saldo en contra, entonces va a ser muy difícil cumplir con las exigencias del tratado.
Al no haber adeudo, se tiene la posibilidad de brindar al ciclo 37 y esperar que las lluvias beneficien a las presas y se tengan los escurrimientos necesarios.