Con tan sólo ocho años de edad, el pequeño Saúl es el mejor cuidador de su hermanita Estefanía, a quien de cariño le dice “Chita”, porque cuando era más pequeño así simplificaba decirle “muchachita”, con su fiel amigo perruno el Rocky, vigila y protege a su compañera de juego de dos años, para quien desea que Santa le traiga esta Navidad una “muñeca bebé”, porque así le gusta acunar a los “monos” con los que juega.
“Y para Chita, ¿qué va a pedir?”, preguntó cuando acudió la campaña Navidar de El Heraldo de Chihuahua hasta la puerta de su casa de madera y láminas dobladas como tejado en la colonia Ladrilleras Norte. “¡A Chita le gustan las ‘muñecas bebés’!, que le traigan una”, exclamó luego de preguntarle qué le gustaría recibir a él para abrir la mañana del 25 de diciembre.
Poniendo primero a su hermanita, después compartió que él quería una bicicleta de las que nunca se ponchan, o un carrito de control remoto, o un balón, o carritos de los chiquitos, o lo que fuera, pero reiteró con su tierna voz que no le faltara a su Chita la muñeca.
“Estoy en primer año de la escuela, y ya hago las tareas para escribir y leer. ¿Y cuándo va a traer Santa Clós?”, cuestionó, interesado en el tema de los obsequios.
La familia de los pequeños pertenece a la etnia ralámuli, procedente del bello municipio de Guachochi, en la comunidad de Cusárare, de donde migró su mamá María Ramírez hace más de una década para trabajar en la ciudad de Chihuahua capital, porque en la sierra no tenía oportunidades de empleo.
Actualmente trabaja para sacar adelante a sus dos pequeños hijos en la elaboración de tortillas. Además, una hija más grande, de 15 años, Dara, vive en la colonia Granjas del Norte, con unos familiares que viven cerca de su escuela secundaria.
“Tengo aquí 15 años para trabajar. Allá no hay trabajo, aquí trabajo haciendo tortillas de harina. Mi esposo hace ladrillos. Tengo cinco hijos, los grandes están viviendo con su abuela, porque aquí vive. Necesito ropa, cobijas, lámina, colchón, porque nada más tengo dos”, compartió María Rosa.
La familia vive en una pequeña casita de madera, en el extremo norte de la ciudad de Chihuahua, junto al libramiento Oriente, donde el frío cala hasta los huesos, y ya le ha dejado a los niños resfriados. Por ello, María Rosa solicitó ayuda para mantener a sus hijos calientitos, con cobijas, porque casi no tiene. También necesita despensa alimentaria, y ropa y zapatos para los niños, quienes usan los zapatos plásticos que utilizan actualmente sin calcetines, por lo que también requieren este tipo de ropa abrigadora.
¿Desea ayudar?
La familia de María Rosa Ramírez es parte de la campaña Navidar 2022 de El Heraldo de Chihuahua, y reciben la ayuda en las instalaciones de esta casa editora, en la avenida Universidad número 2507, de la colonia San Felipe, en un horario de 9:00 a 21:00 horas. La recepción de donativos concluirá el próximo martes 20 de diciembre, por lo que se invita a quien tenga intención de beneficiar a esta familia a que acuda antes de que cierre la recepción de donativos.