Mientras las entidades federativas estén mejor preparadas, coordinadas, capaciten a su funcionariado público, pretendan generar mejores mecanismos para el control de crisis migratoria y se coordinen correctamente con los otros niveles de gobierno; esto puede garantizar una migración más segura, ordenada y en apego al respeto irrestricto de las personas en condición de movilidad, afirmó la doctora Cristina Rumbo Bonfil, directora Asociada de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, del Tecnológico de Monterrey, Campus Chihuahua.
En primera instancia refirió que la crisis migratoria es un tema complejo, no solamente porque se trata de una problemática multifactorial, sino también porque las características geográficas de nuestro estado, hacen que el fenómeno migratorio sea particularmente complicado en Chihuahua. Aparte, se debe entender que México no es sólo un país de flujo o tránsito, sino que recibe, expulsa y retorna migrantes.
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Asimismo –dijo-, habrá que tomar en cuenta que el paso transfronterizo de la población local, exige también un tránsito bastante afluente y del cual también hay una relación económica, política y comercial muy importante.
Por todas estas razones, sin considerar los motivos por los cuales las personas en una movilización irregular deciden salir de sus países, estados, de sus casas para migrar, provoca que la situación de los flujos migratorios sea compleja, y en los últimos años y meses todavía más porque la política migratoria de los Estados Unidos de alguna forma exige que estas movilizaciones se den en mayor o menor medida.
Cabe recordar que el sector productivo de Chihuahua y los gobiernos locales, llamó la atención que en la actual crisis migratoria se concentre en los estados de Chihuahua y Coahuila, las dos entidades que lideran las exportaciones y que no son gobernados por Morena; sin embargo, Rumbo expuso que es bastante aventurado pensar que los flujos migratorios obedecen a un tema estrictamente político, pues consideró que hay otras circunstancias más allá del tema político que por “coincidencia” implican a dos entidades federativas de un partido de oposición al del gobierno federal.
“Al decir que se están provocando esos flujos migratorios por una cuestión política, tendríamos que dejar de atender las otras causas que están derivadas de la desigualdad, violencia, pobreza, falta de oportunidades, y de la reunificación familiar”, refirió la experta.
Rumbo Bonfil destacó que es importante comprender que además de una crisis económica, lo que se provoca con estas movilizaciones humanas es una crisis en materia de derechos humanos. “No podemos olvidar que al final del día son personas movilizándose; que las condiciones en las cuales se movilizan, que la cantidad de personas que se están recibiendo en la entidad, que incluso los mecanismos que están utilizando para movilizarse, no siempre son los idóneos; pero dadas estas incorporaciones, políticas, inclusive rechazos que de pronto tienen estas personas, no tienen otras opciones que movilizarse de esta manera”.
Destacó que saber cuántas personas van a seguir llegando al estado, qué flujos migratorios se van a tener, si esto en algún momento irá disminuyendo, es bastante complejo determinarlo; de hecho, en algunos momentos se han tenido flujos de nacionalidades muy particulares que han ido aumentando, como venezolanos, haitianos, cubanos; pero insistió en que sería muy difícil precisar si esto seguiría a la alza o llegará un momento en el cual va a disminuir y no sólo en el país, sino particularmente en el estado de Chihuahua.
En este sentido, la entrevistada evidenció la importancia de que el Estado empiece a tomar medidas respecto a una política integral que permita atender no solamente la crisis migratoria, sino la crisis humana que se registra por todas las movilizaciones de migrantes quienes están expuestos a una serie de contratiempos, a ser víctimas de delitos, y de sufrir algún accidente.
Expuso que, por supuesto, las pérdidas económicas generadas por este fenómeno, repercute en el desarrollo del estado, por lo que son más que válidas las exigencias del sector productivo en buscar una solución, y para eso es súper importante que se genera una política integral en cuestión migratoria, que se adopten mejores condiciones para la movilización, y que se tenga una cooperación y comunicación muy estrecha entre los tres niveles de gobierno, porque independientemente de que la política migratoria de nuestro país se trabaje a nivel nacional, consideró que el Estado tiene que adaptar medidas no solamente de seguridad y atención a las personas migrantes, sino también de mecanismos que permitan hacer estas movilizaciones mucho más seguras, controladas y atendiendo estrictamente a los derechos humanos. Esto debido a que no se pueden parar los flujos migratorios, predecirse, ni tampoco saber cuándo van a aminorarse, entonces la entidad debe estar en todo momento preparada.
Fue clara al señalar que resultaría aventurado proponer el cómo controlar o dar una solución ante las movilizaciones de personas, sobre todo observando que en las últimas décadas la situación migratoria mundial ha ido aumentando; lo que sí es un hecho , señaló, es que mientras la entidad esté mejor preparada, capacite a su funcionariado público, pretenda generar mejores mecanismos para el control de crisis migratoria y se coordine correctamente con los tres niveles de gobierno, esto puede garantizar una migración más segura, ordenada y en apego al respeto irrestricto de las personas en condición de movilidad.
“Desafortunadamente, si no existe un mayor control, y no hablamos necesariamente de restringir o evitar estos flujos; nos referimos a la medida que no podamos coordinarnos como estado o no tengamos la posibilidad de brindarles mejores condiciones para la estadía segura de los migrantes, y en la medida que no garanticemos su bienestar, eso nos puede provocar que la crisis humanitaria que tenemos, particularmente en Ciudad Juárez, se vaya agravando”, añadió, al tiempo que recordó el lamentable hecho donde murieron decenas de migrantes en una estancia provisional del Instituto Nacional de Migración.
Dijo comprender que para Gobierno del Estado puede resultar muy complejo atender a todos estos migrantes, porque eso implica generar y erogar recursos, brindar mayor atención a través de órganos del Estado, incluso generar más políticas de atención en materia de salud, educativa; pero destacó que para eso existen otras personas y organismos que son aliados y que pueden cooperar con las autoridades para mejorar estas condiciones.
Desde el Tec de Monterrey, campus Chihuahua, están trabajando con una Clínica Universitaria de Acceso a Derechos de personas migrantes, que tiene una alianza con OIM, la cual ha permitido poder acercar a los migrantes el derecho a la identidad, a la información, así como dar un acompañamiento para la regularización de algunos de sus estatus migratorios, y/o la denuncia de algunos de los delitos que son víctimas.
“Lo que tratamos de hacer es coadyuvar en el ejercicio de esta migración segura, ordenada, en apego a los derechos de lo que queremos tener en la entidad; aparte, motivamos que el alumnado se involucre, que la sociedad se sensibilice, y que además las autoridades nos vean como este aliado desde la academia”, comentó.
Hoy en día, están atendiendo a personas en tránsito con estatus migratorio irregular, que tienen hijos nacidos en México, pero estos niños no tienen acceso al documento de identidad. Apoyan también con algunos trámites de regularización ante el Instituto Nacional de Migración, en la posibilidad de que tengan alguna condición para regularizar su estancia lo puedan hacer; y brindan servicios de atención.
Dicha clínica arrancó operaciones en los primeros meses de 2023, en el Campus Chihuahua, y la intención es cada vez expandir más los servicios de atención. Su ubicación es en el Tec, detrás de PIT2, justo en la avenida Tecnológico número 4700.