Ignacio Manjarrez, Consejero Nacional de Coparmex, dijo que, desgraciadamente, los centros de readaptación social tienen sus propias reglas y sus propios autogobiernos, donde la autoridad ha sido omisa en revisar lo que tiene que ver con la seguridad de dichos espacios.
“Es algo que no es nuevo en México, lo hemos visto con fugas de delincuentes que generan sus propios túneles y que logran tener un acceso de entrada y salida, a voluntad de las prisiones”, apuntó.
Aparte, Manjarrez destacó que ha podido observarse como desde dentro de las prisiones se manejan los grupos delictivos a conveniencia, y que del interior de los Ceresos tienen operaciones hacia el exterior que afectan a la ciudadanía, especialmente lo que tiene que ver con narcomenudeo.
“Es tiempo de que se revisen todos los Ceresos no solo del estado de Chihuahua, a nivel nacional se tiene que hacer una revisión en conciencia y ver también quienes están involucrados de las autoridades porque eso que sucedió, no ocurre al margen del conocimiento ya sea de los mismos custodios, directivos o personal”, expuso quien es invitado permanente del Consejo Nacional de Seguridad.
Añadió que lo anterior es algo que realmente afecta a la ciudadanía, y cuestionó cómo se puede tener la confianza de que los individuos recluidos no están generando operaciones desde el interior como se dice entre voces que sucede; sin embargo –dijo-, lo ocurrido en Chihuahua es un ejemplo que sí sucede y puede ocurrir frecuentemente en las prisiones.
Cabe recordar que recientemente, la gobernadora Maru Campos encabezó la destrucción de 2 mil 800 objetos decomisados que ingresaron al penal de manera ilegal, mismo que fueron detectados tras operativos implementados luego de la fuga de 30 reos que han estado siendo recapturados de manera paulatina.