La explotación sexual contra mujeres es un delito que puede presentarse con muchos matices, pues un gran número de víctimas son seducidas sentimentalmente para entrar por voluntad propia a esta actividad, pese a lo cual no deja de ser grave.
Así lo expuso la titular de la Fiscalía Especializada en Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género (FEM), Wendy Chávez, durante su participación en el Foro "Mecanismos de atención integral" y el Tribunal Superior de Justicia, así como la asociación Justicia para Nuestras Hijas, trató temas sobre las formas en que se puede presentar la explotación y trata de personas, así como la tolerancia social.
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La fiscal Wendy Chávez, expuso que esa tolerancia social, ha contribuido a que ocurra la explotación sexual pues la sociedad cree o actúa como si no pasara nada a su alrededor.
"A veces nosotros pensamos que las víctimas de explotación sexual están encerradas, solas, que no les dan de comer o no reciben dinero", afirmó Wendy Chávez.
Sin embargo, muchas mujeres que son cooptadas, llevan una vida aparentemente normal, pues van a sus hogares después de ir a realizar esta actividad sin ser forzadas.
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Añadió que esta forma es un solamente uno de esos "matices", pues ni ellas mismas saben o comprenden que están siendo explotadas, sin embargo no se debe normalizar.
"Hay mujeres que salen y regresan a sus hogares diariamente, y por eso también son víctimas de la tolerancia social", puntualizó la titular de la FEM en Chihuahua.
Expuso que la tolerancia social es un factor que contribuye a esto pues se trata de una actitud en que las personas hacen que no saben, y afirmó que esta normalización no permite que exista un avance en cuanto a reconocimiento del hecho.
Añadió que además, debe dejarse de lado la minimización de esos hechos por parte de las autorizaciones correspondientes, pues muchas veces minimizan estos hechos, debido a la relación sentimental que se encuentra de por medio.