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Las tierras de temporal se quedaron sin sembrar, la humedad no estuvo presente. Alrededor de 70 mil hectáreas de temporal en la Sierra Tarahumara están vacías.
El maíz tenía que haberse sembrado en el mes de mayo, sólo unos cuantos ejidatarios y comuneros se arriesgaron a sembrar, pero algunos maíces no nacieron, otros brotaron pero no han logrado el crecimiento esperado.
Muchos rarámuris y mestizos sembraron, sin embargo las plantas no lograron establecerse.
Francisco González, rarámuri de 68 años de edad, residente de Choguita en Bocoyna, señaló que nunca había visto la falta de agua, “Hace poco empezó a fallar el agua, porque en el 2023 tampoco se levantó nada de maíz”.
Eva Pérez, residente de la comunidad de Repechique, en el municipio de Bocoyna, destacó que escarbando a 150 centímetros en la tierra no existe humedad, por lo que las parcelas de maíz no se sembraron. “Hay preocupación de cómo nos vamos a alimentar durante el transcurso del año”.
Eva señaló que son muchas las comunidades que se encuentran en la misma situación. Se prevé que la hambruna será devastadora.
En la zona de San Ignacio de Arareko, María González detalló que sembró maíz, pero nacieron muy pocos, porque las plagas también se comieron los granitos por la falta de humedad. “Tenemos una mata aquí y una más allá, pero mucha gente ni sembró”.
Los apoyos alimenticios no llegaron, les dieron un costal de maíz y frijol, eran 10 kilos que le duraron una semana, porque se prepara nixtamal para hacer tortillas.
Hay familias que cuentan con animalitos, como vacas, chivas y gallinas, a los que hay que comprarles alimento porque también están muy flacos.
“Hay que darles maicitos a las gallinas para que nos den huevos, porque en las tiendas están a ciento y cacho de pesos. Ponen de dos, tres o cuatro huevos”.
En la zona señalaron que no hay alternativas a menos de que llueva.
Don Francisco es parte de los comuneros beneficiados en el Centro de Aprendizaje Campesino CAC Gran Visión Choguita, Bocoyna, quien relató que el pasado lunes empezó a llover, pero sólo fue media hora.
“Ahorita no nació nada de maíz”, dijo que se sembró el mayo, pero no ha crecido el maíz, debería estar con una altura de 30 centímetros, pero es muy poco lo que ha crecido.
Son 20 personas las que colaboran en el CAC, quienes con gran esperanza barbecharon la tierra, para estar listos para el agua, pero nunca llegó. Las pocas lluvias que cayeron en la zona esperan que pueda tener humedad la tierra y el maíz logre crecer.
“Parece que el agua viene tarde, pero en agosto se necesita mucha porque el maíz estará empezando a jilotear. Si falla el agua la mazorquita no alcanza a llenar bien”.
Don Francisco lamentó que las lluvias estén tan ausentes debido a que los campos no pudieron sembrarse.
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El CAC es parte del programa Sembrando Vida, donde se cuenta con un invernadero para manzana y durazno, además cultivan algunas hortalizas y tomates. Tienen gallinas, cada miembro puso dos gallinas, por lo que a diario los huevos que ponen se reparten de acuerdo a una lista. A diario se beneficia uno de los comuneros.
Muchos no cuentan con apoyos gubernamentales y por ende será muy difícil la situación que se avecina para los próximos meses.
