A pesar de que el pasado viernes decenas de migrantes lograron subirse a un tren en la estación Tabalaopa al sur de la ciudad para salir de la capital, este sábado algunos de los extranjeros que siguen en el campamento al sur de la ciudad, informaron que a ellos no los dejaron ni acercarse a los patios.
Julián Álvarez, un venezolano que llegó a la ciudad de Chihuahua en un vagón de Ferromex el pasado viernes, comentó que a pesar de que hubo muchas personas que sí dejaron subirse al tren que iba a Juárez, hubo muchos que fueron detenidos por los guardias que cuidan los patios férreos.
“No nos dejan subir a los trenes ni tampoco avanzar por la carretera, es como si fuéramos criminales cuando solo somos venezolanos que estamos huyendo de la violencia de nuestros países, no queremos sufrir lo mismo aquí“, comentó el venezolano.
Julián explicó que supo que a decenas de migrantes les permitieron subirse a la bestia el pasado sábado, por lo que él y otro grupo de extranjeros con los que viaja creyeron que también podrían tener la oportunidad de subirse a un vagón y salir de la ciudad rumbo a la ciudad fronteriza.
No obstante, les sorprendió que guardias de Ferromex los corrieron del lugar y amenazaron con llamar a los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), por lo que el grupo de migrantes se regresó al campamento, dónde están ocupando una de las carpas que sus antiguos ocupantes dejaron atrás.
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“Estamos presos aquí”, comentó uno de los compañeros de Julián, “no nos dejan subirnos ni a trenes, camiones, ni siquiera con los ciudadanos que nos ofrecen llevarnos”, expresó con corta molestia.
Aunado a lo anterior, los venezolanos se quejaron de que los agentes del INM presuntamente los persigue cómo si fueran criminales, los toman a la fuerza y los suben a un camión diciendo que los van a deportar cuando en realidad los regresan al sur de México, donde deben comenzar una vez más lo que ya parece una larga odisea.
“Si nos devolvieran para Venezuela no habría problema, pero nos llevan a Tapachula, dónde tenemos que volver a intentarlo, porque estamos más cerca de la frontera con Estados Unidos que de nuestro país”, comentó Alejandra, una de las venezolanas que también están en el grupo.
Por otro lado, los migrantes están agradecidos con los mexicanos, incluso con las autoridades municipales de cada lugar en donde han tenido que pasar más de dos días, ya que estos se portan amables y según los extranjeros, incluso los han defendido de los malos tratos de los agentes del INM.