El Colegio Regional Bilingüe recibió el distintivo ecológico de la Fundación para la Educación Ambiental (FEE) como reconocimiento por haber emprendido acciones en beneficio del medio ambiente.
Esta escuela verde se convierte en la primera institución en Chihuahua en cumplir con los requerimientos que establece la Foundation Enviromental Education por generar agentes o alumnos que tengan el poder de ser el cambio para la sostenibilidad que el mundo necesita al involucrarse en un aprendizaje divertido, orientado a la acción socialmente responsable. A nivel nacional son 76 escuelas y en el mundo 51 mil, todas con 19 millones de estudiantes que se forman de manera libre y en plena conciencia del cuidado del medio ambiente.
Tras la entrega del distintivo y la develación de las placas se izo la bandera verde que lo distingue con esta certificación ambiental donde se cumplen los estándares que establece la ONU.
El licenciado Joaquín Díaz Ríos, director ejecutivo de la FEE en México resaltó que la organización tiene sede en Dinamarca y se trabaja por formar ciudadanos globales responsables.
Destacó que es necesario hacer algo por el entorno porque actual, ente el virus que está terminando con el,llanera es el ser humano, por lo que es necesario motivar el cambio de comportamiento.
Ahora la comunidad escolar aceptó el reto de iniciar con un nuevo programa, donde solo pocos colegios en el mundo estarán invitados, bajo la premisa de que el mejor regalo que se puede dar a las generaciones futuras es un mundo de personas educadas y respetuosas con el medio ambiente.
En su intervención, la directora Adriana Bejarano Rodríguez, así como el presiente y fundador del colegio doctor Daniel García Coello agradecieron el esfuerzo de la comunidad.
El doctor García Coello señaló que hace 26 años se dieron a la tarea de buscar terrenos donde los niños y adolescentes pudieran crecer conociendo la naturaleza como parte de su ambiente diario.
Dijo que hubo que luchar mucho para encontrar el terreno que era ejidal, por otro lado la ciudad hace 26 años el periférico de la Juventud era de dos carriles y no había nada. El camino era terracería y los arroyos aún tenían agua. “Me la pasaba buscando el terreno entre estos cerros, había que verlo con amor y cariño para lograr algo. Nos pusimos a construir el primer edificio”.
Estaba sentado en la Sierra El Cabezón viendo el Valle y en una cañada estaban venados, lo que consideró una señal. Empezaron a plantar árboles, luego traer la luz y el pavimento.
Cuando iniciaron las primeras clases adquirieron camiones amarillos que gracias a ellos las primeras generaciones pudieron llegar a la escuela.
La escuela ha tenido vida gracias a los alumnos y sus familias, así como el personal docente y académico. Poco a poco han ido creciendo en instalaciones y en perfil.
“Conservar este planeta es necesario, es la única nave en este planeta”, enfatizó el doctor García Coello por lo que las nuevas generaciones deben de convertirse en los nuevos líderes del futuro que tengan conciencia del cuidado del medio ambiente.
Destacó que han aprendido a administrar bien el agua, ya que cuentan con un pozo pequeño. Cuentan con árboles que purifican el ambiente y les ayuda a que los niños se enfermen menos.
“Estamos tratando que ellos crezcan con una cultura que se vea normal”, enfatizó que crían gallinas y desayunan huevo;siembran maíz y calabaza, entre otras cosas que producen las cuales después venden.
Todos ellos son esfuerzos que coadyuven a formar niños y jóvenes para un nuevo mundo lleno de respeto y armonía, donde se fomenta el respeto a los animales, flora y fauna.
En la ceremonia en representación de las familias, los integrantes de la Familia Rocha Ayón quienes participaron en la donación. De PET y tapitas, entre otros materiales reciclables.
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