Acompañó a familiares y amigos de la señora Guadalupe Chaparro, en una emotiva ceremonia donde recordaron anécdotas y pasajes de su vida.
La Gobernadora Maru Campos Galván acompañó a familiares y amigos, de la señora Guadalupe Chaparro, en la presentación del libro “Memorias de Lupita”, de la escritora Lizbeth Rodríguez Zambrano, en ceremonia que se llevó a cabo en el museo Casa Chihuahua.
Durante el acto, los presentadores Dalia Imelda Rocha, Aidé Borunda y el padre José Ríos, recordaron las varias anécdotas que tuvieron con la protagonista de la obra, quienes destacaron su bondad y cariño hacia el prójimo.
“Era amorosa ante el desconocido y no hay amor más grande que servir a quien no se conoce. Y así era Lupita”, recordó la mandataria estatal al recordar a su amiga, quien fuera esposa del secretario de Desarrollo Humano y Bien Común, Ignacio Galicia.
Campos Galván añadió que Lupita fue una maestra de la vida, porque estuvo siempre llena de mucho amor y servicio a los demás, que en vida cumplió con sus nietos, con sus hijos, con su marido, con la sociedad y con Dios.
A sus alumnos del Colegio Montessori, dijo, los hacía viajar a través de dinámicas fabulosas, “hacía que todos se vistieran y llevaran los monumentos icónicos de aquella ciudad o país, para que los niños y los mismos maestros se transportaran a esos lugares.
Narró que en lo personal cuando pasaba por un mal momento, Lupita le regaló la figura de un ángel de cristal, misma que hoy le acompaña en su despacho de Palacio de Gobierno.
“Hoy 18 de junio de 2022, solo quiero decirle a Lupita que te recordamos, te honramos y te extrañamos y gracias por todo”, apuntó la mandataria estatal.
La autora recordó que en diciembre de 2020, cuando fue invitada a participar en este libro en el que hablaría sobre una persona que no conoció, tuvo miedo en aceptar, pero hoy, ya terminado el proyecto, siente que la conoce profundamente.
La idea inicial era escribir una biografía pero consideró que no podía limitarse a eso, pues descubrió que se trataba de hablar sobre esa vida, narrar sobre el crecimiento y la transformación, sobre las virtudes y las imperfecciones; sobre la infelicidad, el dolor y la pérdida.
Consideró que la memoria ofrecía la valiosa virtud de la reflexión y de la entrada a las emociones, que no se podían reprimir al momento de conversar sobre ella, “la memoria ofrece el goce de la experiencia, obsequia un carácter sensorial y esto era muy importante si estábamos hablando de una persona”, concluyó.
Durante la ceremonia, Dalia Imelda Rocha y el sacerdote Juan Ríos, recordaron los momentos que más los marcaron en su relación personal con Lupita.
Los recursos recaudados por la venta de la obra, serán donados a la asociación ENLACE, Distrofia Muscular Duchenne-Beker.