Así lo dijo durante la audiencia intermedia en donde se solicitó que, por cuestiones de salud, sea modificada la medida cautelar de prisión preventiva, para que pueda llevar su proceso en arraigo domiciliario y con esto que reciba los cuidados adecuados para sus padecimientos.
El exmandatario aseguró que la alimentación que recibe dentro del Cereso de Aquiles Serdán, en donde se encuentra recluido bajo prisión preventiva, son raciones alimenticias que le sirven para subsistir y no para vivir de forma digna.
Lamentó que esa situación lo ha llevado a subir significativamente de peso, lo que ha agravado sus problemas de salud derivados de la intervención quirúrgica en la región cervical, provocando un detrimento en sus otros padecimientos, como el de la hipertensión arterial.
Durante la audiencia intermedia, la defensa presentó el testimonio de dos especialistas de la salud, uno cardiólogo y otro terapeuta físico, quienes atienden a César Horacio D.J. y quienes coincidieron en que su reclusión evita que el imputado reciba los cuidados adecuados para la evolución favorable de su estado de salud.
El propio César D.J. pidió al juez que tome en cuenta los padecimientos de salud que ponen riesgo su vida, y con ese argumento, se pueda modificar la prisión preventiva como medida cautelar.
Por su parte, la parte acusatoria pidió al juez que deseche el testimonio del terapeuta Ricardo Molina, al presentar un interés especial para que la situación legal del imputado se resuelva a su favor.