Periferia de la ciudad, donde se registran más casos de violencia familiar vs menores

La responsable de la UNNA, Teresa Alvarado, mencionó que, de los 253 casos que han atendido de enero a junio del 2024, 61 corresponden a niñas, niños y adolescentes

Paloma Sánchez / El Heraldo de Chihuahua

  · lunes 8 de julio de 2024

Foto: Pablo Rodríguez / El Heraldo de Chihuahua

Las colonias Revolución al norte y Granjas del Cerro Grande, al sur, son las zonas donde más se concentran casos de violencia familiar con víctimas niñas, niños y adolescentes, en lo que ha transcurrido en el primer semestre de este año 2024, con 10 y nueve casos, respectivamente, de los 61 casos que ha atendido la Unidad de Niñas, Niños y Adolescentes, (UNNA) de la Unidad de Atención a la Violencia de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.

Teresa Alvarado, responsable de la UNNA, mencionó que de los 253 casos que se han atendido de enero a junio del 2024, 61 corresponden a niñas y niños que han sufrido violencia familiar, entre las zonas con mayor riesgo, también se han identificado las colonias Riberas de Sacramento y Vistas del Norte, aunque desafortunadamente, se han presentado incidencias en la mayoría de los sectores de Chihuahua Capital.

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Estadísticamente, de julio del 2018 a junio del 2024, la UNNA ha atendido a un total de 2 mil 506 casos; de los cuales, durante el primer semestre de 2024, corresponde a 253 casos. De éstos, la atención por violencia familiar, pues son 61, es decir, el 24% del total.

La titular de UNNA, compartió que la agresión física es el principal acto de violencia que enfrentan las niñas, niños y adolescentes en la ciudad de Chihuahua, derivada de golpes, de los que se han registrado cachetadas, jalan el cabello, golpes con cintos, con un palo, han llegado incluso que los tienen amarrados. El mayor porcentaje de las víctimas se registran entre las edades de 13 a 17 años, con un 30%: pero la edad no es un determinante para decir que son los más violentados, todos desde cero meses hasta 17 años han sufrido la violencia.

Foto: Pablo Rodríguez / El Heraldo de Chihuahua

En el 2024 se ha observado un alza con adolescentes, vienen con mucha situación de salud mental. En esta generación de adolescentes, entre los 12 y 17 años, a quienes se les ha diagnosticado con situaciones de salud mental. Los violentadores en este tipo de agresión son mamá, papá, o la pareja actual de uno de los padres. La mayoría de los casos, las niñas, niños y adolescentes, son violentados por mamá o padrastros.

“Una vez que llegan con nosotros, revisamos el reporte médico que se nos entrega junto con el reporte del policía, si trae lesiones y trae alguna situación, de manera inmediata, vemos las agresiones que pueda traer. Si son graves, solicitamos el apoyo para el Hospital Infantil; si no son graves, lo recibimos, vemos en qué condiciones llegan, a veces requieren lavado de manos, de cara, cambio de ropa, que realizan ellos mismos, a menos que requiera de la ayuda de una persona adulta.

El primer contacto de las niñas, niños y adolescentes que sufren violencia, es con elementos de la Policía Municipal, quienes tienen una capacitación específica para tratar los casos en situación de vulneración.

Posteriormente, si la condición no requiere atención hospitalaria, se canalizan a la UNNA, donde se les hace una entrevista en un ambiente amigable, con decoración infantil e instalaciones aptas. Si llegan en turno nocturno hay disponibles habitaciones infantiles, acogedoras y con mobiliario suficiente para proporcionarles un lugar seguro.

“Si llegan en crisis, se les da la contención por parte de la psicóloga y en todas las ocasiones, les damos alimentos, ya sea un jugo, agua, tostadas, yogurt, porque en muchas ocasiones no han comido en hasta tres días, o que van a la escuela y no iban almorzados. O vienen de la escuela, y no han comido, entonces se les proporciona el alimento. Eso también es violencia, dentro de la omisión de cuidados, es decir, todo lo que tenga que ver con afectación, abuso asistencial es omisión de cuidados”, señaló Teresa Alvarado.

En casos de abuso sexual, únicamente se aportan datos generales, como nombre, edad y nombre de los papás; y se habla de manera inmediata con la Procuraduría de Protección a los Niños, Niñas, y Adolescentes, que son los encargados de velar por la restitución de sus derechos, e indican a la UNNA si se les puede reunificar con la familia de origen o con una familia extensa; o en su defecto si se pone a disposición de la propia Procuraduría. Otras veces, hay que presentarlos en Fiscalía Zona Centro o en Fiscalía de la Mujer.

El equipo de la UNNA se compone por siete psicólogas, dos asistentes, y la titular que es abogada, quienes trabajan en la Comandancia Zona Centro, dentro del Distrito Ángel.

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“Debemos los padres de familia y la ciudadanía, reeducarnos para poder brindarles a las niñas, niños, y adolescentes, una educación mejor, no creer que porque le doy una nalgada, ya estoy solucionando la situación, porque no es así. Hay que educar con el ejemplo, hay que educar con palabras, hay que educar con maneras de buscar soluciones para llevar el camino correcto”, afirmó.

Para finalizar, Teresa Alvarado instó a todas las personas a que si conocen un caso de violencia contra niñas, niños o adolescentes, lo denuncien para que se le pueda dar la atención necesaria a la persona menor de edad que está siendo victimizada.

“Importantísima la denuncia siempre, siempre. Si soy testigo de una omisión, de una violencia en contra de adolescentes, lo primero es denunciar. Somos adultos y podemos de cierta manera defendernos, pero los niños no, los niños no tienen a veces ni los medios siquiera para defenderse o para llamar para pedir ayuda. Hay que llamar a 911, puede ser de manera anónima, no hay ningún problema, pero sí, denunciar siempre. Denunciar es lo primero que debemos hacer”, finalizó.