Víctor René Arenívar Rivera, de 34 años de edad, es originario del estado de Chiapas, y desde hace tres semanas llegó a la ciudad de Chihuahua, donde ocasionalmente se une a los migrantes que viajan en el tren, para subir a los estados del norte de México a probar suerte.
Así lo compartió después de despertar en una banqueta del puente de la avenida Pacheco, lugar por donde pasan las vías del tren, y es un punto de reunión de los migrantes que pasan por Chihuahua, para hacer un alto y conseguir alimento e insumos, o simplemente para descansar, y recobrar fuerzas para continuar con la travesía que tiene como destino Estados Unidos, donde esperan cumplir el llamado ‘sueño americano’.
El chiapaneco agregó que ya son pocos los migrantes que permanecen en el lugar luego de transbordar, porque son golpeados por personal de Ferromex, a quienes apodan “los armados”, quienes los corren de las inmediaciones, señalando que ya han sido víctimas de robo, y no pueden permanecer en el lugar para prevenir más hurtos.
Ha permanecido en la ciudad de Chihuahua durante tres semanas, donde ha decidido permanecer trabajando lavando carros, y con la recaudación y venta de chatarra y botes de aluminio; sin embargo, aclaró que todavía hay ocasiones en que se une a los viajeros migrantes que van hacia el norte.
“A veces me voy con los migrantes al norte, pues para pasearme, cuando me dan tanas de irme a Mexicali, a Sonora, a la Baja, pues me voy con ellos y los acompaño”, compartió.
Víctor René señaló que dejó en su casa de Chiapas a su esposa e hijos, y que acudió al estado de Chihuahua, porque es donde reside su padre; no obstante, sus intenciones son permanecer en el Estado Grande, para continuar trabajando y ganarse la vida con mayores oportunidades que en su ciudad natal.