El sábado por la tarde agentes de la DSPM, atendieron un reporte en la calle Aldama, casi en esquina con la 21, de un hombre presuntamente intoxicado que aventaba piedras a los transeúntes, por la amenaza que significaba, necesitaron la ayuda de Bush, un agente canino del equipo K9, para neutralizarlo, el mismo resultó con heridas.
El sujeto estaba fuertemente alterado por lo que llegó agredir hasta a los policías, unos de los cuales recibió también la lluvia de proyectiles que lo impactaron en rostro y mano.
Por esto los agentes municipales se vieron en la necesidad de cerrar la vía a la circulación y dar indicaciones a los peatones para usar calles alternas.
Por esto hubo que llamar a “Bush”, un noble y valiente ejemplar canino que entró en defensa de sus compañeros policías, hasta lo más adentro de la finca donde se encontraba el probable agresor que había cambiado las piedras por un largo machete, el cual exhibía retadoramente y ni los impactos de perdigones de goma le hicieron desistir.
“Bush” es un joven pastor holandés que se incorporó como oficial canino en febrero del 2020, a la edad de 13 meses, cuenta actualmente con 37 meses de edad, es decir 3 años y un mes y su especialidad es la detección de narcóticos y armas.
Llegó en un grupo de 10 perros policía entre los que se encuentran Fausto, Jack, Max y Viko, entre otros, entrenados para diferentes especialidades pero con el común de defender a su binomio humano cada vez que su arrojo, fuerza, valentía y nobleza es llamada a servicio.
Desde su llegada el Bush estaba ansioso por soltarse de la correa de su entrenador, sin embargo no fue hasta que No fue sino hasta que su binomio humano encontró la oportunidad y soltó al ejemplar con la orden de inmovilizar al hombre que los seguía amenazando hasta que hábilmente su hombro fue sujetado con toda la fuerza que las mandíbulas de Bush produjeron en ese instante y permitieron a los policías neutralizar al hombre de aproximadamente 37 años.
Lamentablemente el canino Bush quedó con una herida visible en el rostro, y una más en la parte posterior que al igual que la otra, las cuales fueron atendidas por el médico veterinario que atiende al grupo de especial K9, para descartar complicaciones.
Su compañero humano no dejó de abrazarlo y darle palabras de aliento para recompensar y agradecer su heroica acción, mientras los agentes presentes -6 en total- hacían comentarios sobre las dificultades de la intervención y trasladaron al elemento agredido a recibir atención médica para atenderle los efectos en rostro y mano como consecuencia de las piedras arrojadas desde el interior del inmueble abandonado.
El jefe de grupo K-9 sólo dijo emocionado y satisfecho del trabajo en equipo: “Bush nunca se rajó”.
Por su parte quien se identificó únicamente como David, fue asegurado y auxiliado para atenderle las heridas de “Bush”, en un hospital local.