Decenas de personas tomaron la casilla especial que se instaló en el Instituto Tecnológico de Chihuahua, que se encuentra en la avenida Tecnológico, secuestrando las boletas para votar por la próxima presidenta o presidente de México y ejercieron por la fuerza su derecho al voto.
Los funcionarios de casilla trataron de explicar a los ciudadanos que en el sistema ya se habían realizó las mil votaciones que se tenían contempladas para esta casilla, sin embargo, los quejosos molestos por haber esperado más de cuatro horas bajo el sol exigían que les dejaran votar.
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Algunos de los ciudadanos seguían reclamando que las boletas en físico seguían en la mesa y que eso era suficiente razón para que los dejaron votar a los más de 40 ciudadanos que se encontraban en la institución donde se instaló la casilla.
El presidente de la casilla, Francisco Chávez indicó que desde un principio le dejaron más boletas de las que el sistema les permitía, “el sistema se cerró cuando llegaron al límite de mil personas, pero dejaron más de mil boletas”, mencionó el señor Chávez.
Una de las funcionarias de casillas explicó que en estas casillas especiales al momento de llegar una persona, ésta se registra por medio de una plataforma digital del INE la cual se cierra en el momento en que se cumplen los mil ciudadanos foráneos votantes.
“Nos sentimos amedrentados y en peligro porque, en cualquier momento nos pudieron haber hecho algo”, comentó la funcionaria de casilla, quien expresó su inconformidad y su mala experiencia al haber sido agredida por sus mismos compatriotas.
Es de mencionar que el presidente de casilla solicitó la presencia policial, debido a que, en cuanto comenzó a dar aviso de que ya no contaban con boletas disponibles la gente comenzó a desesperarse por no tener la oportunidad de ejercer su voto.
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Sin embargo, estos solo estuvieron por algunos minutos y luego se retiraron, antes de que iniciarán con la discusión sobre si podían o no votar.
“Tras cuatro horas de espera, no me deja votar”, señalaba una mujer, quien explicó que había durado cuatro horas bajo el sol y soportando el calor para poder votar, por lo que consideraron una violación a sus derechos y exigían recibir las boletas.
Luego de un forcejeo entre uno de los quejosos y el presidente de la casilla, por la urna de la presidencia de la República, uno de los ciudadanos habló sobre cómo la culpa de poder votar fue de ellos por no haberse levantado temprano.
Ante este discurso, los ciudadanos se tranquilizaron y aún con inconformidad por lo que había sucedido, se retiraron de las instalaciones, por lo que los funcionarios dieron inicio al cierre de casilla y comenzaron a contar los votos.