“¡Te amo mi niña!” fue el grito que retumbó al pie de la Cruz de Clavos cuando las madres de familia soltaron los globos que surcaron el cielo de Chihuahua para recordar a las niñas y mujeres víctimas de feminicidio en Chihuahua, donde además exigieron a la gobernadora María Eugenia Campos que tenga sensibilidad y dé la cara a las miles de familias tocadas por la violencia.
“Así sus almas volaron hasta el cielo, tocaron sus cuerpos pero no sus almas, manos asesinas les arrebataron la vida, ellos nos robaron una hija pero no el miedo y aquí estamos”, enfatizó Norma Ledezma Ortega, directora y fundadora de Justicia para Nuestras Hijas.
En la cruz de clavos hay más de 3 mil nombres de mujeres asesinadas, se sumaron el de Araly Quiñónez Aranda, Ana Judith Bautista, Susana Morales y de Sonia Iveth, niña de 13 años asesinada en Juárez hace 25 años.
“¡Señora gobernadora donde quiera que me escuche, Diana vuelve a exigirle verdad y justicia!” Clamó Hilda Medrano en nombre de las madres que integran Justicia para Nuestras Hijas, quienes exigieron al gobierno que responda.
Al pie de la Cruz de Clavo y en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer exigieron a María Eugenia Campos que les dé justicia, porque desfilan gobernadores que dejan en el rincón a las madres y familias de mujeres víctimas de feminicidio.
Mari Sáenz, madre de Esperanza Chaparro le propuso a Maru Campos que dé la cara y les ayude a reconstruir las familias que han sido tocadas por la violencia feminicida, pues una madre muere dos veces, la primera cuando les arrebatan a sus hijas y la segunda cuando las encuentran al ver las condiciones en que las abandonaron.
“Le pido a la gobernadora que repare los daños de todas las familias laceradas que esa Navidad van a sentir ese frío, ese vacío que existe”.
Hilda y Mari coincidieron en que en sus hogares no hay adornos navideños, tampoco regalos, mucho menos luces, porque la luz en su vida la apagaron cuando les arrancaron a sus preciosas hijas, tan preciosas que esos asesinos se les llevaron.
Pidieron de nuevo al gobierno que se toque su corazón y se ponga en sus zapatos para que escuche este grito, para que les haga justicia, que dé con la verdad para que estas familias puedan tener tranquilidad.
En su intervención Elvira Villareal del Grupo Feminista Ocho de Marzo pidió verdad, justicia y reparación del daño para todas las víctimas, de igual manera lanzó un exhortó a la gobernadora para que tenga sensibilidad y atienda el tema.
Recordó que hace más de 20 años se instaló la Cruz de Clavos eran 300 las mujeres asesinadas, ahora son miles por las que exigen justicia. “El estado tiene deuda pendiente con estas familias, debe etiquetarse presupuesto para la atención de esta problemática”.
En el evento simbólico se colocó una ofrenda floral y se prendió una vela, así mismo la señora María Aranda, madre de Araly Quiñónez Aranda, víctima de feminicidio en abril de 2020 recordó cuando paseaba con su hija por la Cruz de Clavos, pero nunca imaginó que estaría en ella colocando el nombre de Araly, junto con el de Ana Judith, una joven localizada al norte de la ciudad con lesiones de tortura.
Los asistentes colocaron pensamientos y deseos en unos globos, mismos que lanzaron al aire, deseando que la vida de las mujeres se respete y que otras mujeres no se convierten en un número o un simple folio para las autoridades, pues advirtieron que seguirán alzando la voz hasta encontrar la verdad y la justicia que tanto se les ha negado.
En Chihuahua en lo que va del 2021 se ha asesinado a 282 mujeres, cifra que se incrementó a comparación del 2020 cuando se reportaron 263 víctimas.