En las inmediaciones de la calle 14 y Ojinaga, el Parque del Estudiante, un espacio originalmente destinado para el esparcimiento y la convivencia familiar, se ha convertido en un motivo de preocupación para los habitantes del sector. Según vecinos y el propietario de un puesto de comida ubicado en el lugar, este parque ha comenzado a transformarse en un foco rojo debido a la presencia de personas que ingresan para consumir estupefacientes.
El aumento de esta actividad ha generado un ambiente inseguro, afectando directamente a las familias y a los residentes que solían frecuentar el parque para disfrutar de momentos agradables. El testimonio de los moradores refleja el temor y la incomodidad que sienten al encontrarse con personas en estado de intoxicación, lo que disuade a muchos de utilizar este espacio público.
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Además del peligro percibido, esta situación ha afectado negativamente el uso del parque, ya que los vecinos, que en otro momento lo veían como un lugar seguro para la recreación, ahora lo evitan. La presencia de personas consumiendo drogas en plena vía pública no solo deteriora la imagen del parque, sino que también aumenta el riesgo de incidentes que podrían comprometer la seguridad de los transeúntes y de las familias que aún se atreven a visitar el lugar.
Ante esta problemática, los residentes han expresado su necesidad urgente de una intervención por parte de las autoridades locales. Piden que se intensifiquen los rondines de seguridad en la zona para disuadir la actividad delictiva y restaurar la tranquilidad que alguna vez caracterizó al Parque del Estudiante. La falta de acción podría agravar la situación, alejando definitivamente a los vecinos del parque y dejando el espacio en manos de quienes lo utilizan para fines ilícitos.
En resumen, el Parque del Estudiante, ubicado en la calle 14 y Ojinaga, necesita urgentemente la atención de las autoridades para revertir su actual situación de inseguridad. Es imperativo que se tomen medidas para devolverle a la comunidad un espacio seguro y libre de amenazas, donde las familias puedan volver a disfrutar sin temor.