La prevalencia de anemia en niñas y niños de uno a 9 años en la zona rural de la entidad, se estimó en 20.8 por ciento al tercer trimestre de 2022, que significan al menos 7 mil 970 menores en dicha condición, de acuerdo a los indicadores de prevalencia de nutrición del Instituto Nacional de Salud.
Además, se indica que un 24 por ciento, 11 mil menores en el mismo rango de edad, presenta baja talla y 4 mil 500 menores, presentaron bajo peso.
En lo que respecta a la población adolescente, se estimó que al tercer trimestre de 2022, un 2.5 por ciento, presentaba anemia, lo que asciende a 2 mil 028 menores de 12 a 17 años.
Para ello, se analizaron datos de 362 adolescentes y con los factores de expansión numérica, representaron una población de zona rural y urbana de 527 mil 702, de acuerdo a lo referido por el Instituto Nacional de Salud
Respecto a la muestra, se indica que se realizó con 268 en zonas urbanas, (446 019) y 94 en zonas rurales, que representan a 81 682 personas.
La muestra tomada fue de 187 hombres y 175 mujeres (270 mil 509 y 257 mil 193 adolescentes, respectivamente).
De acuerdo al Instituto Nacional de Perinatologia, cada año nacen de forma prematura 200 mil bebés en el país, lo que indica, que nacen antes de las 37 semanas de gestación.
Esta condición, es una de las principales causas de que posteriormente niñas y niños presenten baja talla, o bajo peso.
Además, conlleva posibles consecuencias de daños en diferentes órganos, incluso irreversibles.
El documento del INP señala que la premarurez "puede dejar daños en el cerebro, corazón, intestino, riñones, tubo digestivo y en el desarrollo de vasos sanguíneos de la retina", esto deriva en miopía y retinopatía, además de ser una de las primeras causas de parálisis cerebral en el mundo.
Además, los nacidos con esta condición, pueden tener otros trastornos de bajo desarrollo, desde problemas emocionales, estigma social, falta de inclusión y aceptación y problemas de aprendizaje.
En su etapa adulta, estas personas son más propensas a enfermedades crónico degenerativas.
Algunas de las causas de nacimientos prematuros son: embarazos múltiples, preclamsia, diabetes, sobrepeso, obesidad, hipertensión arterial, alteraciones en el cuello uterino, así como la edad e incluso, la violencia familiar.
Al momento del nacimiento, el bebé enfrenta el riesgo de presentar inmadurez pulmonar, cerebral, debilitamiento en sistema inmune y bajo peso, por lo que debe recibir atención en área de terapia intensiva entre dos y cuatro meses a partir del nacimiento, hasta que se logre estabilizar, con un peso mínimo de mil 800 gramos.
Cuando el bebé alcanza un peso igual o superior a un kilogramo 800 gramos, puede respirar sin ayuda, logra mantener la temperatura corporal, y no presenta infecciones o alguna otra complicación.
El nacimiento anticipado o prematuro, puede ocasionar trastorno o etapa de depresión posparto en la mamá, y la mayoría de las veces, es necesario el apoyo psicológico, e incluso psiquiátrico.
Algunas recomendaciones (en lo general) son mantener óptimo estado nutricional y emocional, practicarse exámenes médicos recetados, revisión médica puntual cada mes; evitar el consumo de tabaco y alcohol.
Después del parto, es necesario acudir a las consultas de seguimiento y estudios de control, aplicar las vacunas que correspondan y de preferencia, alimentar al bebé con leche materna. Finalmente, se expone la necesidad de que existan suficientes políticas que garanticen que toda mujer pueda acceder a un sistema de salud público que brinde protección y seguridad reproductiva.