En el marco del Día Internacional de la Concientización de las Muertes Gestacionales Perinatales y Neonatales, la diputada por el Partido Acción Nacional (PAN), Carla Rivas Martínez presentará una iniciativa que busca modificar diversos artículos de las Leyes General y Estatal de Salud, a fin de que los cuerpos de los mortinatos sean entregados a los padres cuando estos lo reclamen, a fin de darle destino final sin importar la edad gestacional del bebé fallecido, así como la expedición de los certificados de nacimiento y defunción.
“Si toda persona puede ser sujeto de derechos, y nuestro Código Civil contempla que el producto desde la concepción debe ser sujeto de derechos, es incongruente que no se respete su derecho a la identidad… Al visibilizar y hablar de la muerte gestacional, perinatal y neonatal estamos dando un paso hacia una sociedad más humana, más empática y más comprometida con el bienestar de todas las personas”.
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Pese a lo devastador que resulta este tipo de duelo ante las ilusiones que se quedan sin concretar, de acuerdo a lo que narra en su exposición de motivos, como sociedad, así como en las instituciones de salud, no se está preparado para afrontar y acompañar estas muertes, lo cual genera que siga siendo un tabú.
“La concientización sobre la muerte gestacional, perinatal y neonatal es esencial no solo para las familias que han pasado por la pérdida, sino para todos nosotros como sociedad. Debemos sensibilizarnos y, sobre todo, comprometernos a ofrecer un acompañamiento respetuoso, empático y profesional”.
Para ello, subraya lo indispensable que resulta reconocer el impacto emocional y profundo que estas pérdidas generan, no solo en la mujer, sino en toda la familia que esperaba la llegada de ese bebé, pues el invisibilizar su duelo, genera consecuencias emocionales severas, como la depresión, ansiedad y asilamiento social.
De acuerdo a datos proporcionados por la UNICEF, cada 16 segundos se produce una muerte fetal en el mundo; es decir, casi dos millones de bebés nacen muertos cada año, de las cuales la mayoría se podrían evitar, de ahí la urgencia de mejorar la atención durante el embarazo y parto.
Dado que la Constitución y los Tratados Internacionales reconocen el derecho a la identidad y a la personalidad jurídica tomando como nacida a una persona desde la concepción, es que se busca igualmente reformar la ley para que se expidan los certificados nacimiento sin importar si nació vivo o muerto.
“Cada bebé perdido es una historia que no llega escribirse, un futuro truncado. Al crear conciencia sobre este tema y al tomar acciones concretas, estamos ofreciendo a las familias la oportunidad de transitar su duelo con dignidad, de recibir el apoyo que merecen y, sobre todo, de no sentirse solas en su dolor”, concluye el documento.