“Que Dios nos de la virtud de la paciencia para esperar el nacimiento del Salvador con alegría, esperanza, disponibilidad y que sepamos luchar con perseverancia en contra de nuestros defectos”, fue el exhortó de monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua, al presidir la celebración eucarística del tercer domingo de adviento.
Este domingo, en el altar acompañaron a Jesús crucificado, la imagen de la Virgen de Guadalupe en la víspera de su celebración, así como las reliquias de San Pedro de Jesús Maldonado, todos los días 11 de cada mes se ganan indulgencias las personas que acuden a los templos o santuarios donde existen reliquias del santo chihuahuense.
En la homilía, Monseñor Miranda enfatizó que la paciencia y la perseverancia son dos virtudes que los cristianos deben de fomentar para la construcción de una sociedad más armónica.
La grey católica reunida en la Catedral Metropolitana de Chihuahua reflexionó sobre la Carta del Apóstol Santiago, donde enseña que hay que aprender a esperar y a luchar con paciencia y perseverancia, dos cualidades que Dios brinda.
El arzobispo mencionó que las virtudes no se logran con esfuerzos esporádicos, sino con la constancia de cada día, se trata de recomenzar la lucha todas la veces que sea necesario, además de ser paciente con uno mismo para desarraigar los defectos de carácter.
Exhortó a los católicos a pedir con humildad las gracias de Dios para superar las limitaciones, “Además de ser pacientes con nosotros mismos, también ejercitar la paciencia con los que están alrededor”.
El jerarca de la Iglesia Católica invitó a los presentes a poner en practica el evangelio de San Mateo, es decir a responder a Dios con obras y no de palabra.
“En este tercer domingo de adviento en que la iglesia quiere que nos preparemos interiormente a la navidad, al nacimiento del Salvador, vamos a pedirle que nos de la virtud de la paciencia para esperarlo con alegría”.
Pidió a los creyentes que se acerquen a la Virgen de Guadalupe, ya que es el altar más visitado en la Catedral.