El arzobispo de Chihuahua, monseñor Constancio Miranda Weckmann presidió la eucaristía del Miércoles de Ceniza, desde la Catedral Metropolitana de Chihuahua, con la que inicia el tiempo de Cuaresma 2022, como una etapa de reflexión y penitencia, previo a la Semana Santa.
El arzobispo Miranda, disertó sobre el evangelio del libro de San Mateo, en el que Jesús exhorta a sus discípulos a no practicar la propia justicia delante de los hombres, para ser vistos por ellos; al tiempo que les advierte que de lo contrario, no tendrán recompensa del Padre Celestial, y que no sepa la mano izquierda, cuando ofrezca limosnas con la derecha, para que el Padre en secreto, otorgue la debida recompensa.
“Tú en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto, te lo recompensara”, exhortó.
Al término de la celebración, se realizó la imposición de las cenizas sobre las cabezas de la feligresía, al tiempo que se hacía el llamamiento para el arrepentimiento y la conversión.
Además, en la parte externa del sagrado recinto, en el atrio de Catedral, se difundió el audio desde bocinas, lo que dio oportunidad de escuchar la Palabra, desde un lugar abierto para no tener restricciones de aforo; y se impuso la ceniza a quienes por sus diversas obligaciones de mitad de semana, no disponían de tiempo para quedarse a la misa.
Lo mismo ocurrió en la parroquia maronita de San Charbel, donde se aplicó la ceniza desde la explanada.
Así mismo, en el templo de San Francisco –el primer edificio religioso edificado en la ciudad de Chihuahua- , ubicado en la calle Libertad y 15, los hermanos franciscanos aplicaron el símbolo religioso de señal de penitencia.
Por su parte, el párroco de San Felipe, luego de bendecir con agua bendita las cenizas presentadas a unos pasos del altar, hizo hincapié en el compromiso que asumen los creyentes en este tiempo de penitencia y reflexión, y de lo que representa la cruz de ceniza sobre la frente de los feligreses.