En el último domingo del año litúrgico, fiesta dedicada a Jesucristo Rey del Universo los feligreses elevaron una oración para que Jesús con todo su poder y majestad les llene el corazón de alegría y borre toda lágrima de infelicidad, al proclamarlo rey de su vida.
El Arzobispo don Constancio Miranda Weckmann reflexionó con la grey católica sobre el evangelio según San Juan, donde Pilato le preguntó a Jesús ¡Eres tú el rey de los Judíos? Su respuesta fue “Mi reino no es de este mundo. Todo el que escucha la verdad escucha mi voz”.
Al presidir la misa dominical en la Catedral Metropolitana de Chihuahua invitó a los feligreses a vivir la eucaristía presencialmente, “poco a poco hay que ir asistiendo a los templos”.
En la homilía destacó que celebrar a Cristo Rey como rey del universo muestra a Jesús que vino a establecer su reinado, no con la fuerza de un conquistador sino con la bondad de un pastor.
El reino de Jesús es de justicia y de paz que llegará a la gloria cuando Jesucristo lo devuelva al padre. “Es la acción divina que salva a todos nosotros y culminará cuando venga a juzgar a todas la naciones, es el reino de la verdad y la vida”.
Jesús se hizo hombre para manifestar la verdad del amor del padre, por lo que exhortó a la grey católica a preguntarse si en verdad Jesús es quien reina su vida, que sus normas y criterios de vida sean los que dirijan nuestro comportamiento y caminar.
El domingo de Cristo Rey fue instituido en 1925 por el Papa Pío XI, donde se resaltó la importancia de mirar a Jesús y proclamarlo como aquel por quien nuestra vida tiene sentido.