El párroco de la Catedral Metropolitana de Chihuahua, monseñor Raymundo López, presidió la sagrada eucaristía de este domingo 12 de diciembre, en la solemnidad de la Virgen María de Guadalupe, reina de México y madre espiritual del pueblo mexicano.
“Este domingo coincidió con el tercer domingo de adviento que conocemos como el domingo de la alegría, y también, la fiesta de la Virgen, en su advocación de Guadalupe. Por eso, es una gran invitación a dejar nuestros miedos, angustias y descubrir que nos estamos preparando para el tiempo para recuperar nuestros sueños, esperanzas e ilusiones”, invitó.
El sacerdote explicó que para ello, es necesario, dejarse contagiar con esa alegría, que Dios sigue ofreciendo, siendo esta una gran oportunidad para cantar y darle gracias a Dios por todos los regalos y beneficios que ha entregado de una manera muy especial, en la Virgen de Guadalupe.
Monseñor López citó el evangelio escrito por Pablo, en el que exhorta ‘Alégrense, alégrense en el Señor’, para de esa forma, dejar a un lado las amarguras y las tristezas, atreverse a hacer oración y confiar en Dios plenamente, y que la alegría, les empuje a todos a seguir el bien.
“Cuando nacíamos como nación en 1531, la Virgen salió presurosa a la montaña del Tepeyac, y nos trajo su amor, su cariño y su ternura; por eso, imitemos a su prima Isabel, para que nosotros también digamos: ‘¿Quiénes somos nosotros para tener esta dicha? Esta dicha maravillosa de que María de Guadalupe haya venido a visitarnos, a mostrarnos el fruto bendito de su vientre, entregado a través de ella. Nos sigue entregando a Jesús, la salvación, y también el amor. Y eso, que nos llene de gozo y de alegría”, alentó el Padre Raymundo López.
El párroco de la Catedral de Chihuahua, explicó que para llegar a esa alegría, es necesario cultivar los frutos que produce la paz verdadera, para que la devoción no se quede nada más en palabras, y que se ama mucho a la Virgen, sino en frutos de santidad y de justicia, caminando por el camino de la ternura, comprensión y la fidelidad para descubrir la abundancia de la alegría de bendición que Dios sigue ofreciendo.
“Felices fiestas de Guadalupe que Dios siempre los bendiga a través de la Santísima Virgen María de Guadalupe, el próximo domingo se celebra el arranque de la campaña del Diezmo, que es una gran oportunidad de agradecer a Dios por el milagro de la fe y de la Iglesia, que necesita que la apoyemos y la ayudemos. El obispo pide un día de sueldo al año de las personas que trabajan. Les pedimos que si necesitan hacer oración ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, está aquí en la Capilla de Fátima, adyacente a la nave principal de la Catedral, por la calle Victoria”, expresó.
Después de impartir la bendición, despidió la celebración dominical de la celebración del tercer domingo de adviento y la solemnidad de Nuestra Señora María de Guadalupe.