La Arquidiócesis de Chihuahua informó que este miércoles 8 de febrero se realizará la misa de cuerpo presente del presbítero Roberto Luján Uranga, quien era el responsables de las actividades jurídicas de la arquidiócesis, además de ser el párroco de Santo Niño de Atocha, de la ciudad de Chihuahua.
De acuerdo con información actualizada, la misa se celebrará a las 13:00 horas de este miércoles 8, y será presidida por el arzobispo Don Constancio Miranda Weckmann, y co presidida por los obispos de las diócesis de la provincia eclesiástica de Chihuahua, junto con el clero congregado en esta ciudad, que se estiman alrededor de 200 sacerdotes, diáconos y religiosos.
El padre Roberto Luján acaeció el pasado lunes 6 de febrero por la mañana, apenas unos días después de celebrar su cumpleaños, por una afección cardiaca que le ocasionó un infarto. Sus restos son velados en las salas de Mausoleos Luz Eterna, y mañana alrededor del mediodía, se tiene programada la salida del cortejo fúnebre hacia el Centro de la ciudad de Chihuahua.
La misa exequial se ha programado a las 13:00 horas, en la Catedral Metropolitana de Chihuahua, y posteriormente, los restos mortales del Padre Beto, como era llamado cariñosamente por sus cercanos, serán trasladados al recinto final.
En una breve semblanza del sacerdote Roberto Luján Uranga, el vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua, pbro. Gustavo Sánchez Prieto, compartió que el padre Beto fue hijo de don Roberto y doña Conchita, en una familia con siete hermanos, en la que hubo ya otros sacerdotes y religiosas.
Mencionó que después de haber concluido sus estudios profesionales de la Licenciatura en Derecho, vivió una experiencia apostólica en la Parroquia del Sagrario, donde Dios lo llamó al servicio sacerdotal, y él respondió afirmativamente a la vocación del servicio, e ingresó al Seminario.
Luego de su ordenación en el verano de 1997, fue enviado a la parroquia de Cristo Rey, en la ciudad de Delicias, Chihuahua. Posteriormente, se desempeñó en el Seminario Arquidiocesano de Chihuahua, donde ocupó los cargos de vicerrector y de rector.
Después fue párroco en la Santísima Trinidad, y en la Parroquia de Santa Teresita. Al momento de su muerte, era párroco en Santo Niño de Atocha.
Por su formación profesional como Licenciado en Derecho, el padre Luján Uranga, también se desempeñaba como el responsable de las actividades jurídicas de la Arquidiócesis de Chihuahua.
Es recordado con cariño y gratitud por la feligresía chihuahuense, por la nobleza de su espíritu, trato amable, y servicio fiel a la Iglesia, por lo que las redes sociales han sido escenario de múltiples mensajes de personas, organizaciones religiosas y civiles que le ofrecen respetos a su entrañable memoria. Descanse en paz.