Ricardo Perea, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro (Cocentro), señaló que el sector empresarial ha estado atento a esta regulación que se pretende hacer con el tema del tabaco, y que no les parece justo que las consecuencias sean para los establecimientos.
Expuso que como en otras ocasiones, las responsabilidades se las quieren adjudicar a los negocios cuando se realizan prohibiciones o este tipo de regulaciones; pero que, a su vez, las autoridades tampoco tienen muchas facultades en otros sitios donde vende cigarros sueltos.
Perea indicó que han estado dialogando en el sector restaurantero sobre estas nuevas medidas, y que aunque ya existe una cultura que los comensales o los clientes que no pueden fumar al interior de los establecimientos; sin embargo –dijo-, no están de acuerdo con el tema de las sanciones.
Ante esto, criticó que hay puntos donde venden los cigarros sueltos, y que en estos sí se convertirá en un verdadero negocio ya que los comercializan hasta en 10 pesos cada uno.
“Ojalá que queden bien establecidas estas nuevas restricciones, y que primero hagan una campaña de orientación y sociabilización para la prevención de las personas que fuman y no irse directamente contra los negocios, porque finalmente nosotros ni promovemos, ni es negocio, la venta de cigarros”, añadió.
Por su parte, unidos en un mismo objetivo, a nivel nacional, CONCAMIN, CCE, ANTAD, CANACINTRA, CONCANACO, CONAINTA y CANIRAC alertaron sobre el impacto que generarán las modificaciones al Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco que entrarán en vigor este 15 de enero del 2023.
Se destacó que esta regulación genera inseguridad jurídica y desconoce las cuantiosas inversiones realizadas por restaurantes para adecuar las zonas para fumadores, por lo que, desde CANIRAC apoyaran con asesoría jurídica a los restauranteros que consideren que serán afectados y quieran ampararse.