El panorama para el campo chihuahuenses es alarmante y triste, si en los próximos 15 días no llueve se avecina una hambruna para la zona serrana, donde su principal alimento proviene de las parcelas de temporal.
A la falta de agua se suma el incremento en el costo de insumos y la falta de apoyo federal en materia agrícola, por lo que los campesinos deberán sortear la contingencia. Tan sólo la urea se cotizaba en 7 pesos y actualmente se vende en 22 pesos.
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El ingeniero Julián Martínez Segura, titular del área de Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura de la Secretaría de Desarrollo Rural, explicó que la carencia de agua es una problemática general de Chihuahua debido a que es una zona desértica y semidesértica, año con año se incrementa el problema.
Destacó que ante el panorama se hace necesario el manejo del cultivo a fin de implementar acciones de conservación de suelo y agua, “nosotros los hombres somos los que hemos ocasionado esto debido a las deforestaciones, sobrecarga de ganado que hacen que el terreno se compacte y no haya filtración de agua”.
En Chihuahua el agua y el clima son dos problemas importantes, por lo que se requiere un buen manejo de las cuestiones agrícolas y la tecnificación de riego para el cultivo y las necesidades de agua que necesita, ya que recordó que el 70% de agua se pierde por infiltración y evapotranspiración.
Una de las cuestiones que se busca establecer es la reconversión de cultivos, pero para ello primero hay que ver cuáles cultivos son adaptables a la cuestión agroclimatológica y cuál es la apertura comercial que tienen.
El ingeniero Martínez aseguró que la vocación de Chihuahua es ganadera, de los 24 millones de hectáreas que se tienen para el campo, 15 millones son agostadero, 5 millones para las cuestiones forestales, y la cuestión agrícola un millón 250 mil hectáreas, algunas de riego y otras de temporal.
Reconoció que debido a la situación en la que se encuentran las presas con su nivel bajo de almacenamiento se tendrá una producción muy baja.
El mayor problema en los cultivos se presenta en la zona de temporal, donde a la fecha no se ha podido sembrar debido a que no hubo humedad invernal. La humedad invernal se registra de noviembre a marzo, cuando cae lluvia o nieve. Si se registran 60 milímetros de lluvia se tiene un buen temporal, pero en esta ocasión sólo fueron 35 milímetros, por lo que no se tiene la humedad para establecer la superficie de temporal.
Técnicamente la siembra del maíz para la Sierra era hasta el mes de mayo, se puede prolongar por 15 días más, pero se requiere que caiga una buena lluvia.
“Si no tenemos lluvias en estos días, será muy difícil tener maíz para la zona de la sierra, porque hay que prevenir las heladas”, dijo.
De las 200 mil hectáreas que se sembraban en la zona de temporal, actualmente sólo se tienen 20 mil hectáreas “sembradas”, pues explicó que en la zona serrana al ser un cultivo de autoconsumo tiran la semilla en la tierra con la esperanza de que llueva.
Con la semilla en la tierra, si cae una lluvia ligera el proceso de germinación inicia, pero al no haber humedad muere. “Está muy triste este panorama, maíz no habrá para la sierra”.
Se advierte un problema grave en cuestión alimenticia porque los cultivos de autoconsumo se perderán.
Otros de los cultivos de zona temporalera es el frijol que abarca hasta la primera quincena de julio para establecerse, algunos productores podrían arriesgarse a sembrar hasta agosto pero las heladas serían un factor importante para la pérdida de cosecha.
Pasando julio se pueden establecer cultivos como la avena forrajera que se utiliza para alimentar al ganado, existe la idea de cambiar este cultivo por uno que gaste menos agua como es el sorgo forrajero que podría dar mayores volúmenes.
En cuestión de perennes, el 90% del agua que se utiliza de riego es para el nogal, manzana y alfalfa. En cultivos cíclicos es el algodón, maíz y chile, son los que utilizan la mayor cantidad de agua debido a su consumo y a la superficie establecida.
Anteriormente se entregaban apoyos federales, sin embargo para la parte norte no llegan para la cuestión agrícola.
El ingeniero Luis Carlos Ramírez Carrasco, supervisor administrativo del Departamento de Agricultura, señaló que los retos son muchos, pero es necesario buscar alternativas como son formas de asociación entre productores, pero sobre todo cambiar las técnicas porque las presas se encuentran en niveles bajos y el 69% de los acuíferos en el estado registran sobreexplotación.
Por su parte, Ricardo Mendoza Guevara, inspector del Departamento de Agricultura, resaltó que en medio de esta crisis por la sequía se deberá echar a andar la imaginación para buscar las soluciones necesarias. “Las crisis las vemos como una oportunidad y vamos a buscarle soluciones”.