Son pocas las personas migrantes que actualmente se encuentran en el campamento sur en Chihuahua, sin embargo los venezolanos y colombianos que llegaron esta semana informaron que viene una nueva caravana de casi 7 mil personas.
Los migrantes detallaron que en los últimos días no les ha ido muy bien con las lluvias, muchas casas de campaña improvisadas con hules se derrumbaron y con ello se mojaron sus pocas pertenencias, sobre todo los colchones donde duermen.
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“Esta complicado, quieren que nos vayamos de acá, pero nos la ponen más difícil”, dijo Felipe, quien además relató que el personal de migración es quien más mal los trata, a ello se suma el acecho de los carteles de la droga y de quienes buscan llevarse a las jóvenes con fines de explotación sexual.
Los migrantes consideran que los agentes de migración son la peor parte de la migración, porque los roban, torturan, maltratan y los devuelven a la frontera sur, todo con el objetivo de impedir su avance.
“Los de migración ya no dejan montarnos en la bestia”, relató uno de ellos, “Yo duré casi 6 meses para llegar hasta aquí”, dijo Diyi, quien junto con otros venezolanos y colombianos permanece en el campamento.
Hace un mes llegaron a la capital, porque hace 3 meses migración los regresó. “Tuve que escaparme de la migración en tres ocasiones, no nos tratan bien, nos quitan nuestras cosas, hay algunos mexicanos que tienen corazón”.
A la fecha tienen miedo de seguir el camino, porque ya saben que antes de llegar a Juárez hay un retén migratorio “La migración nos devuelve pa’tras no le importa si tenemos plata o niños”.}
A unos metros de ellos está otro grupo que llegó hace 5 días a la ciudad, afirman que en Durango hay otra caravana esperando avanzar a Chihuahua, ya que vienen caminando.
En el campamento, los migrantes salen en el día a trabajar y llegan en la noche a dormir, la intención es conseguir algo de dinero para continuar el camino.
