Como a nivel nacional, en el estado de Chihuahua –principal productor de maíz amarillo en el país-, la siembra también se desplomó entre un 40 y 50% a causa de factores como la sequía, las altas temperaturas, aunado a las fallas en energía eléctrica, señaló Arturo González, presidente del Consejo Estatal Agropecuario en Chihuahua.
En primera instancia, el entrevistado detalló que existen dos tipos de maíz: el amarillo y el blanco, este último se emplea para las tortillas, pero no se produce en Chihuahua.
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El mayor productor de maíz blanco es Sinaloa con 6 millones de toneladas anuales; mientras que Chihuahua lidera en la siembra de maíz amarillo o maíz forrajero, que se emplea para engordar a los animales, pero también para almidones y jarabes que se usan en más de mil productos de la industria a nivel nacional.
González destacó que aun con la caída en la producción de este año, nuestra entidad continuará siendo el primer lugar, porque en el resto de los estados se siembra poco maíz amarillo. En este sentido, explicó que en todo el país se producen alrededor de 3 millones 200 mil toneladas de maíz amarillo, de las cuales Chihuahua abarca alrededor de 2 millones.
Sin embargo, este 2023 se registró una reducción importante en nuestro estado, lo que representa un golpe muy duro para los productores de este tipo de maíz en Chihuahua, porque además de que descendió la cosecha, está mucho más barato y ya no hay apoyos en gobierno para compensar ese precio.
El presidente del Consejo Estatal Agropecuario local refirió que este desplome se debió a causas como la sequía que no permitió producir en las hectáreas de temporal; en segundo, los “picos” de temperatura en junio provocaron una importante baja en la producción, sumando a la falta de energía eléctrica en las zonas de riesgo.
“Los productores siempre somos los más golpeados porque aparte de la baja en la producción por los factores ya mencionados, los precios internacionales que se manejan estuvieron muy bajos y además el tipo de cambio afectó, entonces nos pegó por todos lados”, mencionó.
Aparte, recordó que anteriormente había un fondo en el gobierno federal que se utilizaba para equilibrar los precios, precisamente en los granos básicos como el maíz, sorgo, trigo, cebada, avena, que sirven para alimentar a los que generan la proteína animal entre éstos el cerdo, las vacas, gallinas, y demás.
“Al haber desequilibrios en los mercados o situaciones catastróficas a causa del clima, este fondo –que desapareció desde 2019-, venía a compensar para que el productor saliera con una utilidad justa y pudiera seguir produciendo el maíz, pagando sus deudas teniendo dinero para sembrar el siguiente ciclo, pero ya no es posible”, expuso.
González fue claro al señalar que se está cerrando un año muy malo para el sector agroalimentario en todos los sentidos: “Se nos juntaron todos los males, empezando con precios internacionales muy bajos en los granos, ya no contamos con el fondo de cobertura para el aseguramiento de las cosechas, y tuvimos una sequía impresionante que no permitió la producción en las más de 450 mil hectáreas que tenemos de temporal en Chihuahua”, expuso.
Además, en el aspecto ganadero, los ranchos han estado desplazándose ya que se están viendo en la necesidad de sacar las vacas, ya que derivado de las sequías no se cuenta con el suficiente pasto para sostenerlas.
Y para rematar, cerraron la Financiera Nacional que es de donde más de 3 mil 500 productores tenían un crédito cada año para poder seguir sembrando y produciendo.
“En el sector agropecuario lo que nos sigue teniendo en pie es la esperanza de tener un buen invierno con bastante humedad para empezar la primavera con pastos verdes, y esperamos que haya lluvias importantes para que los presones se llenen y tengamos agua para el ganado”.
“Ojalá que Dios sí se acuerde de nosotros porque lo que tenemos seguro es que el gobierno federal no”, concluyó.