Con la llegada de los cigarros electrónicos y la diversificación de algunos narcóticos como la marihuana, en la capital del estado, se ha comenzado a elaborar concentrado de THC o “Wax”, que se comercializa en un costo mayor al de las porciones de marihuana, de acuerdo a los aseguramientos y cateos realizados por la Fiscalía General del Estado.
En la ciudad, el año pasado la corporación logró desarticular dos “narcolaboratorios” que se dedicaban al empaquetado y producción de algunas sustancias químicas, entre las que se encuentra el hachís de marihuana, que tras dar un tratamiento logran elaborar el concentrado que posteriormente se comercializa para los cigarros electrónicos sin ningún tipo de regulación.
La propia Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) en 2021 lanzaron una alerta, sobre el riesgo que representan los productos comúnmente denominados “vapeadores” en todas sus modalidades, debido a que son altamente adictivos y ocasionan graves daños a la salud.
Refieren que estos productos emergentes son distinguidos popularmente en dos categorías: los cigarros electrónicos (E-cig), también conocidos como vaporizadores, y los productos de tabaco calentado, los cuales son dañinos para la salud, derivados de sus compuestos carcinógenos, sustancias tóxicas y emisiones en forma de aerosol.
El pasado 8 de marzo, en un nuevo cateo hecho por la Fiscalía General del Estado, se decomisó una gran cantidad de este tipo de droga, el cual se encontraba al interior del domicilio, listo para su venta en la ciudad de Chihuahua, y la cual fue valuada en alrededor de un millón de pesos dentro del mercado clandestino.
El cateo se realizó en el domicilio ubicado en la calle 106 número 1003, donde fueron detenidos Ricardo H.A. y María A.S., quienes tenían en su poder 859 cajas de diversas marcas, en las cuales se encontraban cartuchos que contienen un aceite derivado del estupefaciente Cannabis Sativa y Cannabis Indica, los cuales cuentan con el elemento activo de THC (tetrahidrocannabinol), denominada comúnmente como “wax”. Esta sustancia es utilizada en cigarros electrónicos.
De acuerdo a la agrupación Insightcrime.org, en México se cultiva marihuana con 2 a 10 por ciento de THC, mientras que el concentrado y el líquido procesado cuentan con altos contenidos de THC que ronda entre el 60 al 90 por ciento, lo cual hace que su costo se eleve hasta los mil pesos por frasco.
Como parte de estas acciones para inhibir el tráfico de este tipo de droga en las calles de la ciudad, durante los meses de abril y mayo la Fiscalía General del Estado llevó a cabo diversos cateos en domicilios, donde aseguraron varios paquetes de droga y laboratorios para crear el llamado “wax”.
Las comisiones advierten sobre los riesgos de consumir cigarros electrónicos con cualquiera de los aceites, ya que estos productos contienen 5% de sal de nicotina, equivalente a entre uno y tres paquetes de cigarrillos. Estas altas concentraciones de nicotina tienen efectos adversos a largo plazo en el desarrollo del cerebro de niños, niñas, adolescentes y fetos en formación.
Como parte de la alerta, las autoridades sanitarias señalan tres principales tipos de daños a la salud asociados con estos productos, los cuales son:
-Daños respiratorios por la inflamación del tejido pulmonar, causando padecimientos como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y cáncer.
-Daños cardiovasculares por los cambios en la circulación sanguínea, los cuales pueden causar arterioesclerosis e infartos al corazón.
-Daños mutagénicos que aumentan el riesgo de cáncer y alteraciones a nivel reproductivo, como disfunción eréctil.
Dentro de la misma alerta se emite después de una revisión técnico científica por parte de personal especializado de Conadic y Cofepris, quienes con base en la evidencia científica consideraron que el impacto nocivo del uso de este tipo de productos en la salud pulmonar es alarmante, y que la exposición a sus aerosoles disminuye la capacidad de las personas en su respuesta inmunológica a infecciones respiratorias.
Ningún vapeador o calentador de tabaco cuenta con autorización sanitaria por parte de Cofepris, ni reconocimiento por parte de la Secretaría de Salud como productos de riesgo reducido o alternativo.
Además del riesgo que representa el consumo del producto, Conadic alerta sobre el efecto negativo de estos dispositivos frente al control de la epidemia de tabaquismo; esto, debido a que perpetua la adicción a la nicotina y al mismo tiempo desincentiva el abandono del consumo de tabaco, y también puede ocasionar el uso simultáneo de dispositivos electrónicos y cigarros.