Florencio Rodríguez Loera, meteorólogo originario del municipio de Meoqui, pronosticó que esta temporada ingresarán ocho tormentas invernales al estado, las cuales podrían provocar la caída de lluvia, aguanieve y nieve en la región centro sur, entre los meses de diciembre y febrero.
El ex jefe del Observatorio Meteorológico de Durango explicó que debido al fenómeno de El Niño, este invierno podría ser más frío y húmedo de lo normal, lo que es benéfico para la agricultura, afectada por la falta de lluvias este año.
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Dijo que se presagian al menos ocho tormentas invernales y temperaturas mínimas de hasta -6 grados centígrados, señalando que los rigores de la temporada se sentirán a partir del mes de diciembre, aunque la primera helada en la región se espera para la segunda mitad del mes de noviembre.
Señaló que el frío comenzó “muy indeciso”, pues el primer registro de temperatura bajo cero se había pronosticado para la semana pasada, pero no ocurrió así porque el cielo permaneció cubierto de nubes, lo que salvó de helarse a los cultivos que todavía están en pie.
Rodríguez Loera señaló que entre el 15 y el 18 de este mes podría registrarse la helada, entre 0 y -1 grado centígrado.
Destacó que de las ocho tormentas invernales que se esperan, por lo menos dos pueden llegar directamente del norte, de Colorado y Nuevo México, trayendo temperaturas bastante bajas a la región centro sur de Chihuahua.
Las demás tormentas invernales, señaló el meteorólogo, entrarán por la parte noroeste del país, por el estado de Baja California. Cuando los sistemas vienen de esa dirección, resaltó, sólo dejan vientos y polvaredas en la región.
Reiteró que a partir del 17 de diciembre y hasta el 15 de febrero, hay posibilidades de que se presenten lluvias en forma de aguanieve y lloviznas que duren de 48 a 72 horas. Incluso, hay condiciones para que ocurra una nevada a finales de diciembre o principios de enero.
Asimismo, confirmó que las precipitaciones sólidas y líquidas serían propiciadas por la presencia del fenómeno de El Niño en el Océano Pacífico, que en contraste provocó una ola de calor y la ausencia de lluvias durante el verano pasado.