El diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Omar Bazán Flores, presentó ante el Congreso del Estado una iniciativa por medio de la cual busca generar espacios públicos seguros para las mujeres y evitar de esa manera los delitos que se comenten en razón de género.
Con el objetivo de avanzar en el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, para el legislador es importante garantizarles espacios seguros a las mujeres en aquellos que sean de acceso generalizado y de libre tránsito donde se han reportado ataques en su contra.
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Particularmente, espacios públicos en los que las mujeres, al igual que las demás personas, pueden encontrarse, socializar, ejecutarse y participar en actividades recreativas, deportivas y culturales, los cuales subrayó no deben ser blanco para agredir a las féminas.
Es por ello que en su iniciativa propuso que la autoridad correspondiente tenga especial cuidado en mantener áreas públicas bien iluminadas, con diseños inclusivos y medidas de seguridad adecuadas que permitan crear entornos donde las mujeres se sientan cómodas y protegidas.
Igualmente se pretende darle el debido mantenimiento para tener espacios bien conservados y es que precisó que eso facilita la visibilidad y el control social, evitando riesgos como los comentados anteriormente.
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"Si la autoridad trabaja en atender la seguridad en cualquier entorno, garantizamos su bienestar permitiéndoles vivir libres de violencia y disfrutar plenamente de su entorno”, enfatizó el legislador recordando que el acoso sexual persiste a la fecha en espacios públicos.
Agregó que, pese a que hoy en día existe un amplio reconocimiento de que la violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado y en el lugar de trabajo supone una violación de los derechos humanos, a menudo se pasa por alto el acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los espacios públicos.
Las mujeres y niñas sufren y temen diferentes tipos de violencia sexual en espacios públicos, desde comentarios y gestos desagradables de índole sexual hasta la violación y el feminicidio. Sucede en las calles, en el transporte público, las escuelas, los lugares de trabajo, los aseos públicos, los puntos de distribución de agua y alimentos y los parques, así como en las inmediaciones de todos estos lugares.
Por lo que añadió que “si entendemos que los espacios públicos y abiertos pueden ser el centro neurálgico de las comunidades, caeremos en cuenta que su cuidado es fundamental para tener orden en una ciudad”, motivo por el cual insistió en avanzar en infraestructura inteligentes en parques y demás espacios abiertos.
